Bruselas. La adhesión a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de un país candidato supone un examen de acceso durante el cual los aspirantes deben convencer a cada uno de los 30 miembros de la alianza de cuál sería su aporte y su capacidad de responder a las obligaciones del pacto común.
El proceso está codificado, ya que una vez que un país pide formar parte del pacto, los miembros deben aceptar por unanimidad y extenderle una invitación.
Turquía, que forma parte de la alianza, expresó sus reservas sobre la inclusión de Finlandia y Suecia. Sin embargo, varios participantes en una reunión informal de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN celebrada ayer en Berlín creen que se puede alcanzar un consenso.
La invitación marca el inicio de las negociaciones de adhesión que tienen lugar en la sede de la organización en Bruselas.
Ahí, el postulante debe convencer a los representantes de los miembros y a los expertos de la alianza de su capacidad para cumplir con las “obligaciones y compromisos políticos, jurídicos y militares” detallados en el Tratado de Washington y en el texto de 1995 sobre la ampliación de la OTAN.
Las conversaciones permiten debatir temas jurídicos, de seguridad, de protección de las informaciones clasificadas y la contribución a un presupuesto común, que se basa en el tamaño de la economía de cada nación.
Los países candidatos deben comprometerse a realizar las reformas necesarias y luego extender una “carta” al secretario general de la OTAN con un “calendario para ejecutar las reformas”.
La etapa final es la ratificación del protocolo de adhesión por cada uno de los estados miembros de la OTAN, que envían su venia para la entrada de un nuevo miembro al gobierno de Estados Unidos, que es el depositario del Tratado del Atlántico Norte.
La consigna “uno para todos y todos para uno” consagrada en el artículo 5 se aplica una vez que la ratificación de todos los estados esté completa.
Para el último Estado miembro, Macedonia del Norte, este proceso demoró un año.
Como miembros de la Unión Europea, Suecia y Finlandia se benefician de la cláusula de asistencia mutua prevista en el artículo 42-7 para el periodo del proceso de ratificación de su adhesión a la OTAN.
Rusia rechaza la instalación de bases de la alianza en Finlandia, con la cual comparte una frontera de más de mil kilómetros.