Helsinki. El gobierno de Finlandia anunció ayer su intención de ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y en Suecia, el gobernante partido socialdemócrata dio su visto bueno a una candidatura, allanando el camino a una petición conjunta de adhesión.
Menos de tres meses después de la operación militar de Rusia en Ucrania, el anuncio de Helsinki marca un contundente giro en su política de no alineamiento sostenida durante más de 75 años.
“Es un día histórico. Se inicia una nueva era”, declaró el presidente finlandés, Sauli Niinistö, en rueda de prensa conjunta con la primera ministra, Sanna Marin.
El Parlamento de Finlandia debe examinar hoy el proyecto de adhesión, pero se estima que una gran mayoría apoya la iniciativa. Entonces se enviaría una solicitud formal de membresía a la sede de la OTAN en Bruselas, probablemente esta semana.
Tras el giro finlandés, el partido socialdemócrata sueco aprobó ayer la candidatura a la alianza liderada por Estados Unidos, pero se opone al despliegue de armas nucleares y bases permanentes del bloque militar en su territorio.
Una candidatura conjunta con Finlandia es “lo mejor para Suecia y su seguridad”, afirmó la primera ministra sueca, Magdalena Ander-sson, tras la reunión en Estocolmo durante la que su partido dio el visto bueno al pedido de ingreso.
La dirigente sueca irá hoy al Parlamento para “asegurar un amplio apoyo a la candidatura”.
Después, el gobierno sueco tomará su decisión, que supondría un cambio a más de 200 años de políticas que han dejado al país escandinavo al margen de alianzas militares, reconoció.
Tras romper su neutralidad política en los años 90 al final de la guerra fría convirtiéndose en miembros de la Unión Europea, los dos países nórdicos se acercan más al bloque occidental tras un vuelco en la opinión pública a raíz de la guerra en Ucrania.
El Kremlin insiste en que las naciones nórdicas no tienen nada que temer, pero dejó de suministrar luz a Finlandia, con la que comparte una frontera de mil 300 kilómetros.
Antier, el jefe de Estado finlandés llamó a su homólogo ruso, Vladimir Putin, para informarle de la decisión tomada en una conversación “directa y sin rodeos”.
“Evitar las tensiones fue considerado algo importante”, afirmó Niinistö. Putin le respondió que adherirse a la OTAN “sería un error, ya que no hay ninguna amenaza para la seguridad” de Finlandia.
Mientras se tramiten las solicitudes, que pueden tardar meses, el mecanismo noratlántico ofrecerá a ambos países garantías provisionales de seguridad.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, indicó que la alianza militar baraja aumentar su presencia en la región báltica e incluso desplegar tropas en Suecia y Finlandia, para garantizar la seguridad de los dos países escandinavos desde que soliciten el ingreso.
Turquía, que sorprendió a sus aliados en los últimos días al decir que tenía reservas sobre la membresía de Finlandia y Suecia, expuso sus demandas ayer, al margen de una reunión de ministros de Relaciones Exteriores en Berlín.
Helsinki y Estocolmo propusieron trabajar con Ankara sobre las “garantías de seguridad” que el presidente Recep Tayyip Erdogan ha exigido sobre los planes sueco y finlandés de integrarse a la OTAN, señaló el canciller turco, Mevlut Cavusoglu.
Ankara afirmó que quería que los países nórdicos detuvieran el apoyo a los grupos militantes kurdos presentes en su territorio y levantaran las prohibiciones sobre algunas ventas de armas a Turquía.
“Estoy seguro de que podremos abordar las preocupaciones que Turquía ha expresado de una manera que no retrase la membresía”, comentó Stoltenberg.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se negó a entrar en detalles sobre las conversaciones a puertas cerradas en Berlín, pero se hizo eco de la posición de Stoltenberg.
“Estoy seguro de que llegaremos a un consenso sobre eso”, afirmó Blinken, quien señaló que la OTAN era “un lugar para el diálogo”.