A continuación el texto del discurso que pronunció el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, al concluir los actos oficiales durante la visita de trabajo del mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador a La Habana.
Bueno, me corresponde a mí cerrar este encuentro, que será memorable para todos nosotros.
Ante todo, buenas tardes.
Y quiero expresar nuestro más profundo reconocimiento a las madres cubanas, aun cuando estamos viviendo un momento de dolor y luto en nuestro país.
Quiero agradecerle al presidente Andrés Manuel López Obrador por esta visita a Cuba en los tiempos tan convulsos que vivimos.
Nuestro pueblo, presidente amigo, lo recibe con gran cariño, respeto y la admiración que se ha ganado usted por sus generosas expresiones y gestos hacia Cuba. Y agradecemos además las condolencias a nuestro pueblo ante los hechos que hemos vivido en los últimos días.
Las relaciones entre México y Cuba son así, como usted la ha expresado, son históricas y entrañables. Y usted había dado una lección de cómo la propia historia entre México y Cuba se encuentran las razones para justificar, para alimentar, para continuar engrandeciendo esas relaciones, y precisamente con esos propósitos se ha estado desarrollando esta visita que confirma el carácter de estos lazos y abre un camino para su avance y profundización.
En esta visita hemos firmado una declaración que consolida una nueva etapa en la relación bilateral entre México y Cuba. Nuestros titulares de Salud publicaron un acuerdo de cooperación que facilita aprovechar todas las potencialidades sanitarias, científicas, de esfuerzos conjuntos y voluntades que entre dos nuestros países podemos desarrollar en el campo de la salud para beneficio de nuestros pueblos en esta noble área.
Hemos tratado también importantes temas de la agenda bilateral, de nuestras relaciones bilaterales, pero hemos abordado también los temas de la agenda regional y los temas internacionales.
Le he agradecido al presidente López Obrador su posición firme, como lo ha manifestado en sus palabras, de rechazo al bloqueo genocida impuesto por el gobierno de los Estados Unidos a nuestro país en el ámbito comercial, económico y financiero, y además al recrudecimiento que tiene ese bloqueo en los momentos actuales.
La declaración que adoptamos reconoce el compromiso de ambas naciones con la proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz, que fue creada en una cumbre de la Celac, aquí en La Habana, y el respeto que ambas naciones profesamos hacia el derecho internacional.
Expresé también a nuestro amigo presidente López Obrador el aprecio y reconocimiento por su papel a favor de la integración de nuestra América, demostrándola la encomiable labor de México al frente de la presidencia pro tempore de la Celac el pasado año y su defensa del respeto pleno a la soberanía e integridad de los Estados, tal como proclamó siempre Benito Juárez.
En ese sentido, coincidimos en lo improcedente de las incursiones injustificadas de países de nuestra región de los eventos hemisféricos, como parece que ocurrirá en lo que ya podría llamarse la supuestamente Cumbre de las Américas, entre comillas.
Como ha expresado el presidente López Obrador, las relaciones hemisféricas deben cambiar profundamente. La Revolución cubana le asegura que continuará su marcha triunfante de esperanza y de futuro, y que México siempre podrá contar con Cuba.
Presidente:
Creemos que hemos expresado de ambas partes voluntad, esfuerzos e integración y hemos tomado decisiones para el beneficio de México y de Cuba, y por supuesto de nuestros pueblos.
¡Viva México!
¡Viva Cuba!
¡Viva la amistad entre México y Cuba!
Muchas gracias.