La inclusión y reconocimiento de la labor de las parteras tradicionales e indígenas aún no es una realidad. “Nos siguen discriminando al desconocer nuestra labor y rechazar las hojas de alumbramiento que entregamos a las madres, por lo que los recién nacidos que atendemos no pueden obtener su certificado de nacimiento”, denunció Rosalinda Pérez, partera y vocera del Movimiento de Parteras Nich ixim, de Chiapas.
En un seminario sobre la partería tradicional, convocado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Apolonia Plácido Valerio, partera y coordinadora de de la Casa de la Mujer Indígena Nellys Palomo Sánchez, ubicado en la Costa Chica de Guerrero, afirmó: “nos duele cuando un padre viene a decir que cómo le hace porque no tiene para el parto de su mujer y le piden cesárea, cuando no es necesario y no tienen ni qué vender”.
En el contexto del Día Internacional de la Partería, aseguró que “muchas mujeres nos buscan, porque podemos ponernos en su lugar, hablamos su lengua, conocemos sus comunidades y les damos un trato digno. Venimos de generaciones ancestrales de parteras, su conocimiento se transmite de generación en generación”.
Parteras de Guerrero, Chiapas y Quintana Roo señalaron que “las autoridades sanitarias dejaron de aceptar las hojas de alumbramiento donde se estampa la huella del niño, la firma de la madre y el nombre y firma de la partera... Antes no había problema, pero ahora si el niño no tiene certificado de nacimiento, peligra su inscripción en la escuela”.
Plácido Valerio, destaca: “se nos convoca a las unidades de salud, y se nos pide que llevemos un registro de todas las mujeres embarazadas, que levantemos datos de su edad, cuántos hijos tienen y su teléfono. Les damos los datos, y ellos por su cuenta contactan a nuestras pacientes para convencerlas que es mejor que tengan su parto en la unidad médica”.
(Con infomación de Elio Henríquez, corresponsal en Chiapas)