En México, las personas con discapacidad reciben un salario 33 por ciento menor que la población en general, además de que enfrentan dificultades para su integración al mercado laboral, ya que apenas 30 por ciento de este grupo tiene un trabajo formal remunerado, señaló Yazmín Mendoza, directora de Compromiso Social de la Universidad Panamericana.
Indicó que la condición de discapacidad “agrava otro tipo de accesos”: el promedio de escolaridad que registra la población de 15 años o más es de 4.7 años, mientras el nivel promedio nacional es de 8.6 años; la mitad de las personas de este sector están en situación de pobreza y 60 por ciento carecen de seguridad social.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, en México más de 7.1 millones de personas tienen algún tipo de discapacidad o condición mental. Del total, 52 por ciento son mujeres y 48 por ciento hombres.
Al citar información de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Endid), Mendoza añadió que la tasa de participación económica del sector con discapacidad es menor a 30 por ciento en comparación con la población en general, que es de casi 54 por ciento.
Agregó que 18 por ciento de las mujeres con discapacidad participa en el mercado laboral, mientras que es mayor en el caso de los hombres, al alcanzar una tasa de 42.3 por ciento y 35.5 por ciento de sus homólogas sin discapacidad.
Dentro de la quinta edición de la Feria del Empleo para Personas con Discapacidad, Mendoza enfatizó la necesidad de “un cambio de cultura organizacional”, a fin de lograr la inclusión de este sector en la sociedad con un enfoque de derechos humanos.
Ante el panorama de exclusión laboral que sufren las personas con discapacidad en el país y con la finalidad de contribuir para capacitar e incorporar a este sector al mercado laboral, se impulsó esta edición de la feria.
Respecto a la iniciativa que el Senado aprobó en febrero pasado, para que las empresas que cuenten con 20 trabajadores o más garanticen 5 por ciento de su plantilla laboral a población con discapacidad, dijo que también “deben ser contemplados aspectos y beneficios fiscales, de educación y preparación” dentro de las compañías para saber interactuar y tratar la discapacidad.