El entonces presidente Donald Trump le preguntó a su secretario de Defensa, Mark Esper, en 2020 sobre la posibilidad de lanzar misiles contra México para “destruir a los cárteles” y aniquilar a los traficantes de droga ya que los mexicanos “no tienen control de su propio país”, cuenta Esper en su libro de memorias próximo a publicarse, informó el New York Times.
Trump estaba descontento sobre el creciente flujo de drogas desdeMéxico por la frontera sureña de Estados Unidos y, en el verano de 2020, el comandante en jefe le preguntó a su secretario de Defensa por lo menos dos veces sobre si los militares estadunidenses “podrían lanzar misiles a México para destruir los laboratorios de drogas”, según el libro de Esper A sacred oath (Juramento sagrado) –obra que fue sometida a revisión del Pentágono y de agencias de inteligencia–.
Esper escribe que le presentó varias objeciones a la propuesta de su jefe, pero Trump le respondió que “podemos sólo disparar unos misiles Patriot y destruir los laboratorios silenciosamente”, agregando que “nadie tendría que saber que fuimos nosotros”.
El magnate sostuvo que él únicamente declararía que Estados Unidos no había realizado el ataque.
El jefe del Pentágono comenta en el libro que hubiera pensado que todo eso era en broma, pero estaba viendo fijamente a la cara de Trump cuando el presidente le propuso la idea, sin hacer gestos. El ex secretario de Defensa estadunidense también escribe que asesores íntimos de Trump ofrecían planteamientos de acciones peligrosas.
Por ejemplo, Stephen Miller (uno de los arquitectos de la política antimigrante del gobierno de Trump) sugirió el envío de 250 mil militares a la frontera sur para enfrentar una caravana de inmigrantes que se desplazaban hacia su territorio.
Esper alude que respondió así: “las fuerzas armadas no tienen 250 mil tropas para tal tontería”.
El libro, según reporta el Times, cuenta que el ex mandatario republicano estaba contemplando otras ideas alarmantes, incluyendo su deseo de desplegar 10 mil militares en las calles de Washington el primero de junio de 2020 después de las grandes manifestaciones del movimiento de Black Lives Matter. Le preguntó a Esper :”¿no podemos dispararles?”
Además, Esper expresa que estaba preocupado por la especulación de que Trump podría hacer mal uso de la fuerzas militares durante el día de las eleccion presidencial, incluyendo que se les ordenara a soldados confiscar urnas.
Ante ello, el entonces encargado de las fuerzas militares de la potencia mundial advirtió a subordinados estar atentos ante llamadas inusuales desde la Casa Blanca durante ese periodo.
“Esper pinta un retrato dealguien que no está en control de sus emociones o de su proceso depensar a lo largo de 2020”, indicó el Times.