Bagdad. Una persona murió y más de 5 mil acudieron ayer al hospital en Irak por problemas respiratorios causados por una tormenta de arena, la séptima que golpea el país en un mes, anunció el Ministerio de Salud.
Los habitantes de siete provincias iraquíes, entre ellas la capital Bagdad y la región semidesértica de Al-Anbar, en el oeste, se vieron cubiertas por una espesa nube anaranjada de arena que entraba en las casas.
“Se registró un muerto en Bagdad y (los hospitales) recibieron a 5 mil personas hasta ahora”, anunció el portavoz del Ministerio de Salud, Seif al-Badr, en un comunicado.
“La mayoría ya salió del nosocomio”, añadió, precisando que gran parte de los casos eran de media o baja gravedad.
Los más afectados son las personas que padecen “enfermedades respiratorias crónicas como el asma, o las personas mayores con insuficiencia cardiaca”, detalló.
Las autoridades sanitarias de las provincias de Al-Anbar y de Kirkuk, al norte de Bagdad, instaron a los habitantes a no salir de sus domicilios, según la agencia de noticias estatal Ina.
Las tempestades de arena han empeorado en las últimas semanas en Irak, uno de los cinco países del mundo más vulnerables al cambio climático y la desertificación.
Solamente en abril, al menos cinco tormentas de arena golpearon la región, obligando en algunos casos a cerrar los aeropuertos de Bagdad, Nayaf y Erbil en Kurdistán, y a suspender brevemente los vuelos. También se produjeron entonces hospitalizaciones por problemas respiratorios.