Jerusalén. La Suprema Corte israelí aprobó la expulsión de mil 300 ciudadanos palestinos, así como la destrucción de sus hogares de la comunidad beduina palestina de Masafer Yatta, una zona rural de ocho aldeas en el sur de Cisjordania, tras hacer oficial que el área es una zona de entrenamiento del ejército de Tel Aviv.
Después de una batalla legal de dos décadas, la Corte emitió su fallo la noche del miércoles con el argumento de que estos enclaves palestinos, cuyos habitantes han mantenido un modo de vida nómada distintivo durante generaciones, viviendo de la agricultura y el pastoreo, no eran residentes permanentes de la zona cuando el ejército israelí la declaró por primera vez zona de tiro en la década de 1980.
“Sin aviso, en medio de la noche, el Tribunal Superior de Justicia de Israel publicó un veredicto con consecuencias sin precedente”, denunció la Asociación por los Derechos Civiles en Israel, que ha representado a los residentes durante todo el proceso.
Roni Pelli, abogado de la agrupación, expuso que el fallo es definitivo y que no está claro si se pueden tomar más medidas legales. El desplazamiento forzado de las comunidades podría ocurrir en cualquier momento, señaló a Ap.
Las autoridades de Tel Aviv argumentaron que los residentes sólo usaban el área para la agricultura estacional y que no tenían estructuras permanentes allí en ese momento. En noviembre de 1999, las fuerzas de seguridad expulsaron a unos 700 aldeanos y destruyeron viviendas, sostuvo la asociación. La batalla legal comenzó al año siguiente.
La zona es conocida por los pobladores como Masafer Yatta y por los israelíes como Colinas del Sur de Hebrón.
Los residentes de Masafer Yatta y los grupos de derechos israelíes afirman que muchas de familias musulmanas han residido permanentemente en la zona de 3 mil hectáreas desde antes de que las autoridades de Israel capturaran Cisjordania, en la Guerra de los Siete Días de 1967, y que su desa-lojo constituiría una violación del derecho internacional.
La Corte destacó que la puerta seguía abierta para que los aldeanos se pusieran de acuerdo con los militares sobre el uso de partes de la tierra con fines agrícolas e instó a los involucrados en buscar una avenencia.
“Esto demuestra que este tribunal forma parte de la ocupación”, comentó Nidal Abu Younis, alcalde de Masafer Yatta. “No vamos a abandonar nuestros hogares. Nos quedaremos aquí”.
El grupo israelí de derechos humanos B’Tselem hizo un llamado a la comunidad internacional el jueves para evitar que se lleve a cabo la transferencia, en lo que sería uno de los mayores desplazamientos de palestinos en décadas.
Alrededor de 600 mil israelíes viven actualmente en más de 200 asentamientos dentro de los territorios palestinos ocupados, una situación que en 2016 el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas describió como una clara violación del derecho internacional, por lo que pidió a Israel que pusiera fin a esta agresión.
Cisjordania ha estado bajo el gobierno militar de Tel Aviv durante casi 55 años. Masafer Yatta se encuentra en 60 por ciento del territorio donde la Autoridad Nacional Palestina tiene prohibido operar. Los palestinos quieren que Cisjordania forme la parte principal de su futuro Estado.