Jerusalén. El presidente ruso, Vladimir Putin, se disculpó ayer ante el primer ministro israelí, Naftali Bennett, por declaraciones de su canciller, quien dijo que Adolfo Hitler tenía “sangre judía”, informó el gabinete de Bennett.
“El primer ministro aceptó las disculpas del presidente Putin por los comentarios de (Serguei) Lavrov y le agradeció haber aclarado su postura sobre el pueblo judío y la memoria del Holocausto”, indicó el comunicado israelí, tras el anuncio del mandatario ruso.
Lavrov afirmó el domingo pasado que el hecho de que el presidente ucranio, Volodymir Zelenski, sea de origen judío no le impedía dirigir un régimen “neonazi”, como afirma Rusia que es una de las causas que lo llevó a ordenar la “operación especial” en Ucrania el 24 de febrero pasado.
“Puedo equivocarme, pero Adolfo Hitler también tenía sangre judía”, señaló Lavrov, lo que provocó la indignación del gobierno de Israel, el cual desde el comienzo del conflicto, hace 10 semanas, trata de mantener un delicado equilibrio entre las posturas políticas y militares de Kiev y Moscú.