Por primera vez un rey de España hace público el monto de su patrimonio: Felipe II. Suma unos 2 millones 700 mil dólares, la mayoría (2.3 millones) en depósitos en cuenta corriente o de ahorro y en fondos de inversión. Otros 320 mil corresponden a objetos de arte, antigüedades y joyas. Ninguna propiedad inmobiliaria o fondos en el extranjero.
Su patrimonio lo obtuvo fundamentalmente del dinero que ha recibido el último cuarto de siglo de las arcas públicas. Primero como Príncipe de Asturias entre 1998 y 2014, y a partir de este ultimo año, como rey. Según el boletín oficial, dio cuenta de su fortuna, por el “interés personal” que tiene de no ocultar lo que posee y como parte del “camino de la modernización de la corona”.
Una muy averiada que le dejó su padre, Juan Carlos, envuelto en escándalos de tal magnitud que tuvo que dejar el cargo en 2014 para “no causar más daño a la institución”. Cabe recordar que fue el dictador Francisco Franco quien lo designó su sucesor.
Entre esos escándalos, destaca el irse en secreto en abril de 2012 a matar elefantes a Botsuana, África. Uno de sus acompañantes: Corina, su última amante. Se hizo público cuando tuvo que regresar de emergencia al romperse la cadera derecha en una caída. Ese viaje causó tal malestar entre los españoles que el monarca se vio obligado a pedir públicamente perdón por su “mal comportamiento”.
Otro flanco de desprestigio fue descubrir que Juan Carlos posee una enorme fortuna (más de 2 mil millones de dólares), la mayoría fruto de “donativos” entregados por quienes reinan en Arabia Saudita, a cambio de jugosos contratos de construcción de obras.
Esos ingresos y otros nunca los reportó a la autoridad hacendaria española y los guardaba en paraísos fiscales. Una parte del dinero lo entregó a Corina cuando era su amante. Roto el vínculo sentimental, le exigió que se lo devolviera. Ella se niega. Y ante “el acoso” que dice sufrir del ex rey para que lo haga, lo demandó en una corte inglesa que aún no dicta su veredicto.
Sumemos otro escándalo: el yerno favorito del ex monarca, Iñaki Urdagarin, encarcelado por negocios sucios hechos a la sombra de la Casa Real. Comparada en millones de dólares con la fortuna de otras “casas reales” europeas, Felipe II es un rey pobre. Vive con su familia del erario. En cambio, la de Alberto de Mónaco ronda mil millones; la de Luxemburgo, más de 4 mil; la de Liechtenstein, 3 mil 500. La de Holanda, 190.