El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, resaltó que la propuesta de reforma electoral que impulsa el Ejecutivo federal “llama la atención porque hace más de 25 años que no se presentaba una, sin que hubiera sido discutida o consensuada con los partidos políticos”.
Subrayó que “se presenta unilateralmente, es una iniciativa que ni fue procesada políticamente, ni fue consensuada, ni recoge la pluralidad de puntos de vista que sobre la materia hay, se puede decir que es el punto de partida para detonar una discusión, está bien, qué bueno que ya tenemos un texto donde se puntualizan los planteamientos del gobierno”.
Al participar en el foro Revocación de mandato y ¿posible reforma?, organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Córdova compartió la mesa con los ex presidentes del Instituto Federal Electoral (IFE) Luis Carlos Ugalde –en sesión a distancia–, quien fue señalado de fraude electoral contra Andrés Manuel López Obrador en 2006, en la contienda que dio el triunfo al panista Felipe Calderón, y Leonardo Valdés Zurita, presente en el auditorio, quien también fue criticado, en su momento, por el resultado electoral que le dio la Presidencia de la República a Enrique Peña Nieto, tras el escándalo de los monederos Monex. También en contra de López Obrador.
Los ex presidentes del IFE y el actual del INE no debatieron entre sí. Cada uno expuso sus opiniones sobre la revocación de mandato y la reforma electoral propuesta por el presidente López Obrador.
Córdova aseveró: “Si se pretende realizar dicha reforma sin consensos estamos en problemas, todas las reformas en el proceso de transición han sido demandadas por la oposición y construidas desde el gobierno. No había habido ninguna hasta esta última presentada unilateralmente”.
Una reforma en la materia, subrayó, tiene que ser resultado de un amplio consenso político, que mejore el sistema electoral y cuente con un buen diagnóstico, porque si es para excluir y volver al sistema hermético y no incluyente; si es para romper la equidad o concentrar el poder, “no vale la pena, porque podríamos volver a la época donde el problema eran las elecciones.
“Una reforma electoral tiene que ser bien pensada, sustentada en datos, debe hacerse con la suma de muchas cabezas, no con la suma de muchos hígados”, aseveró.
“Ataque fundacional”
Ugalde, quien fue destituido en 2007, después de los comicios en los que se reconoció el triunfo al ex presidente Calderón, advirtió –en su intervención a distancia– que “el cuidado y defensa del INE es un asunto de última batalla, es un asunto límite, de la mayor importancia, por lo que modificar su naturaleza es cruzar una línea roja de la cual puede ya no haber retorno”.
Sobre la iniciativa de reforma, apuntó que “es un ataque fundacional a la lógica del funcionamiento de un órgano autónomo como el INE”, y externó su preocupación, porque el hecho de que no se apruebe podría continuar y alimentar la narrativa del Presidente en contra del instituto y en marzo, cuando se elija a los cuatro consejeros electorales, Morena busque candidatos afines a su visión ideológica.
Valdés refirió que si bien hay que discutir el financiamiento a los partidos, que representa 0.16 por ciento del presupuesto, precisó: “Decir que hay que suprimir el ordinario y dejar todo el gasto de campaña es abonar en la inequidad de la competencia”.