En la parte final de su discurso en Paraíso, Tabasco, ante trabajadores de las empresas que participan en la construcción de la refinería Dos Bocas, el presidente Andrés Manuel López Obrador convirtió el dominical Día del Trabajo en una alegoría beisbolera futurista.
Mánager indiscutido del equipo llamado Cuarta Transformación (4T), el primer tabasqueño del país presumió el “roster” disponible (la plantilla de jugadores): “Tenemos como cinco pícheres abridores, mujeres y hombres, y como diez cerradores, mujeres y hombres, y todos tiran más de cien millas, pura recta”.
No hay duda de la identidad de tres de los “pícheres abridores”: uno de ellos, Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, estaba en el mismo acto en Tabasco, como mandatario real que en los hechos sigue siendo (Carlos Manuel Merino siempre ha sido su suplente); Claudia Sheinbaum, un tanto desubicada ante la aparición vigorosa del citado AA, que pinchó el globo de la apariencia de ser la favorita de Palacio (lo cual no necesariamente es malo para la gobernadora; más le ayuda no estar siempre en la delantera) y Marcelo Ebrard, quien el mismo domingo confirmó su inclusión entre los “destapados” al ir a hacer campaña a Hidalgo, en el marco de la elección estatal, y a corear con entusiasmo el estribillo que rima honor con Obrador.
¿Quiénes serían, entonces, los otros dos “abridores”? No pareciera haber buen ánimo en Palacio Nacional para el senador Ricardo Monreal ni para el diputado federal Gerardo Fernández Noroña. Hay quienes extienden la mirada hacia las secretarias de Economía, Tatiana Clouthier, y de Energía, Rocío Nahle. En el rubro de los gobernadores, fuera de la Ciudad de México, no parece haber nadie susceptible de entrar a la plantilla de abridores que tal vez, lo cual en política no tiene por qué ser una aberración, podría terminar siendo un quinteto de tres.
Respecto a los “diez cerradores” habrá de decirse cuán difícil parece que a los “abridores” se les canse el brazo y dejen de lanzar rectas y “moñas”. El riesgo real sería que a alguno de los jugadores estelares (Marcelo, sobre todo, pero también Monreal, aunque éste parezca fuera desde ahora), no le gustara la decisión final del manejador tabasqueño y se pasara de inmediato a otro equipo. Entonces sí se pondría reñido el juego y no necesariamente terminaría en “paliza”, como el propio Andrés Manuel vaticinó.
En tanto, los partidos integrantes de Va por México (Acción Nacional, Revolucionario Institucional y lo que queda del de la Revolución Democrática) aseguraron ayer en conferencia de prensa que seguirán bajo impulso de la “sociedad civil” (SC). Hasta ahora, la “representación” de esa SC ha sido más bien empresarial y personal: Claudio X. González Guajardo ha fungido como ideólogo y cohesionador de los tres partidos cuyos líderes formales y planes rumbo a 2024 parecieran particularmente desorientados sin el apoyo del Señor X.
El tripartidismo empresarial expresó rotundo rechazo a la iniciativa de reforma electoral presentada por el presidente López Obrador y dio un completo apoyo al Instituto Nacional Electoral en su formulación actual. Se anunció que cada partido presentará su propia contrapropuesta de reforma electoral, pero con coincidencia en seis puntos básicos, entre ellos, que haya posibilidad de segunda vuelta en elección presidencial, eliminar la sobrerrepresentación en las cámaras y anular procesos en los que intervenga el crimen organizado.
Destaca la propuesta de realizar elecciones primarias en cada uno de los partidos para postular candidatos presidenciales. Es un resquicio que podría interesar a Ricardo Monreal en caso de que en Morena no avance su eventual postulación. El zacatecano ha propuesto desde tiempo atrás la realización de ese tipo de elecciones primarias, con la vista puesta en su actual partido. Pero, en dado caso...
Y, mientras por cuarta ocasión se ha diferido la audiencia judicial para establecer responsabilidades por la caída de un tramo de la Línea 12 del Metro capitalino, un año atrás, ¡hasta mañana!
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