En febrero pasado el presidente López Obrador denunció el saqueo que, con el cobijo de los gobiernos neoliberales, desde los años 80 realiza un consorcio minero estadunidense en Quintana Roo, concretamente en la zona de Playa del Carmen. Se trata de la trasnacional Vulcan Materials Company, que en nuestro país opera por medio de sus subsidiarias Legacy Vulcan y Calica, dedicadas al “aprovechamiento” de materiales no metálicos en dicha entidad, para lo cual asegura contar con una “concesión perpetua” que, dice, ampara alrededor de 4 mil 200 hectáreas.
Aquella vez el mandatario detalló que esos permisos se otorgaron antes de 2000, “y fíjense cómo eran las cosas antes: no le pusieron siquiera límite a la concesión, pues en otros casos concesionaron el puerto de Veracruz, en el tiempo de Salinas, 100 años, pero acá ni siquiera hay fecha. Claro que hay violaciones: están destruyendo el medio ambiente. Otros dos predios sí tenían un plazo que venció, porque entregaron los permisos el último día del gobierno de Zedillo, a finales de 2000, y son a 20 años, o sea, que ya, pero antes de que terminaran, en 2016, presentaron denuncias internacionales y quieren que se les paguen mil 100 millones de dólares, y aparte aparecen como ofendidos”.
Con todo, López Obrador ofreció “facilidades” para que ese consorcio use los terrenos en un proyecto turístico, respetando las normas de uso de suelo, y, desde luego, retire las demandas, porque “tienen vencidos los permisos para sacar material; no se va a permitir nada de extracción, no sólo porque las concesiones vencieron, sino porque ha devastado la zona; ahí está la propuesta, aunque si ellos dicen que no, pues no va a ser conveniente para nadie; no nos quedaríamos nada más con esta denuncia; vamos, si es necesario, a acudir a la ONU y a otros tribunales internacionales, porque es destrucción de nuestro territorio. No puede permitirse que se destruya la naturaleza, el medio ambiente”.
Los directivos de Vulcan Materials Company coquetearon con el gobierno mexicano y en apariencia aceptarían la propuesta de un proyecto turístico, pero sólo fue tomadura depelo, por lo que ayer el presidente López Obrador de nueva cuenta se refirió al consorcio gringo, responsable de “una destrucción al territorio sin precedente; lo siguen haciendo, y los ambientalistas nunca dijeron nada”.
Lo detalló así: “acabo de estar el fin de semana en esa zona, y me habían engañado en que ya no estaban extrayendo material, y pasaba yo por ahí, sobrevolaba, siempre, como tres veces, y, en efecto, estaba todo parado, las grúas paradas, todo parado; pero ahora pasé, quizá no sabían, o fue porque pasamos el viernes y sobrevolé y me di cuenta de que están trabajando con todo, extrayendo material y cómo estaban cargando un barco. Entonces, he dado instrucciones para proceder de inmediato, legalmente, porque hay violación a las leyes y es una tremenda destrucción del medio ambiente”.
y agregó: “es un atrevimiento burlarse de las autoridades de nuestro país; ya están extrayendo material a profundidades de 5 metros. Tienen la maquinaria trabajando, unas bandas para sacar el material hasta la orilla del puerto. Y el barco cargando; tenemos ya todas las pruebas. Pensaba que iban a parar mientras estábamos hablando de que se iba a dar el permiso para un desarrollo turístico, ecológico”. Entonces, el consorcio gringo viola la ley, no retira la denuncia ante la Ciade, finge que negocia un acuerdo y en los hechos mantiene el saqueo.
Como se ha comentado en este espacio, desde septiembre de 2018 –aún con Peña Nieto en Los Pinos– Vulcan recurrió al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas aInversiones (Ciadi, del Banco Mundial, un traje a la medida para defender los intereses privados frente a decisiones gubernamentales de los países) para someter a su arbitraje las controversias con la autoridad mexicana, para lo cual contrató al despacho Creel (fundado por Luis Creel Luján, tío del panista Santiago Creel Miranda), García-Cuéllar, Aiza y Enríquez, con el ojo puesto, desde su origen, en la representación legal de inversionistas extranjeros del sector minero.
Las rebanadas del pastel
Excelente noticia: en el primer trimestre de 2022, Petróleos Mexicanos reportó una utilidad neta superior a 122 mil millones de pesos, contra una pérdida mayor a 37 mil millones en el mismo periodo de 2021.