El Proyecto Granguiñol Psicotrónico invita al público a hacer una reflexión en torno a la crueldad y la violencia que existe en las relaciones familiares mediante la puesta en escena El juego de mamá, escrita y dirigida por Luis Alcocer Guerrero.
La crítica especializada la ha calificado como “una experiencia escénica intensa”, “un teatro contemporáneo de lo siniestro”, a partir de elementos de la estética del Théâtre du Grand Guignol (el célebre teatro de terror de la Belle Époque), del humor negro y de los hallazgos poéticos del cine psicotrónico.
El juego de mamá cumplirá temporada del 5 al 15 de mayo con funciones de jueves a domingo, en el teatro Benito Juárez de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México. Al mismo tiempo, la compañía celebrará nueve años de un “quehacer extraño, para gente extraña”.
Orgía de sangre, terror y locura, El juego de mamá se inspiró en el incómodo retrato de la vida familiar que ofrece La matanza de Texas (Tobe Hooper, 1974) por el Proyecto Granguiñol Psicotrónico, compañía fundada en 2013 con el objetivo de crear un teatro de lo siniestro, terrorífico, humorístico y plenamente contemporáneo, sin apegarse a cánones establecidos.
En esta comedia de horror granguiñolesco, un joven acude a una comida del Día de las Madres a la casa de su novia para conocer a su futura suegra, pero se encuentra con una escena dantesca: la madre, una anciana enorme y demente, intenta, nuevamente, suicidarse, y deambula por la casa con los intestinos de fuera.
Alarmado frente a la violencia familiar que sufre la mujer, decide salvarla ofreciéndole lo que cree que le hace falta: el amor incondicional de un hijo. Pero no todo será tan sencillo. Sus acciones terminarán por convertir la fiesta en una orgía de terror sangriento.
El resultado es una pieza que entrecruza la tradición occidental del teatro dramático con la danza balinesa, la máscara y los títeres, artes en las que tomaron parte las especialistas Graciela López y Dewa Ayu Eka Putri.