A fin de que el diseño, en particular el nacional, esté presente de manera continua en los espacios del Museo Franz Mayer, el recinto dio inicio a una nueva línea de trabajo curatorial con la apertura de Disonancia mexicana, exposición que explora la relación entre la identidad y el diseño, anunció su directora Alejandra de la Paz. La muestra se realiza junto con delaO design studio.
José de la O, director del estudio fundado en 2010 en los Países Bajos, reubicado en la Ciudad de México en 2012, expresó en rueda de prensa que éste se enfoca en una investigación impulsada a partir del diseño.
“Además de estar al frente del estudio, soy académico. Es importante que cuestionemos quiénes somos por medio de estas herramientas. Tradicionalmente, el diseño se utilizaba como un fin comercial; sin embargo, también se puede emplear como un medio de reflexión. Por eso nos interesa exhibir estas prácticas y lanzar preguntas al público.”
Al investigar qué pasa con el diseño mexicano, así como la identidad, “vimos similitudes entre el término sicológico disonancia cognitiva y la condición de ser mestizo.
“La disonancia cognitiva es un mecanismo que tenemos al confrontarnos con algo que reta nuestros valores. Por ejemplo, la guerra es mala, no obstante pelear por el país está bien”. Respecto el mestizaje, “no sabemos exactamente si somos españoles o indígenas; nuestra identidad está en constante flujo, y lo quisimos reflejar en los objetos”.
En la investigación realizada para curar Disonancia mexicana se identificaron tres tendencias. Primero, “la exaltación de la tradición; es decir, esta relación muy extraña entre diseñador y artesano; luego, esta tendencia que exalta la parte espontánea del mexicano, lo urbano, lo informal, y en qué medida retomamos la idiosincrasia, que filtramos por una visión más modernista donde tenemos que simplificarla de todas maneras, dada la expectativa de que nuestra cultura también participe en una conversación más occidental, por así decirlo.
“Lo interesante de estas tres tendencias es que las hemos visto repetirse desde que existe el diseño como tal en México y siempre se han entrelazado, que es lo que quisimos reflejar en la primera parte de la exposición”, señaló José de la O.
Recibe el visitante a la exposición un diseño tipográfico de Aldo Arillo, “inspirado en jeroglíficos mayas, aunque tiene una parte más protominimalista, hecho con empaques de tetrapak”, indicó De la O. Una serie de ocho pendones recorren diferentes periodos históricos “desde que empezamos a reflexionar sobre quiénes somos”.
Disonancia mexicana se divide en diseño como fin y diseño como un medio. La muestra comprende una bandera concebida en 2017 por delaO design studio que “representa la sensación de disonancia que queremos tener en la exhibición. Por un lado, nos confronta con algo que es sagrado, que alteramos para dar predominancia al color rojo que casi aplasta los otros símbolos. Obviamente, se refiere al tema general de la violencia en México”.
Como conclusión, se diseñaron cuatro objetos que hablan de “quiénes somos”: El reloj ahorita, con manecillas, pero sin número, para no comprometerse; El display del hubiera, que recuerda el precio del dólar antes del “error de diciembre”; Candado de mentiras, “triquiñuela que hacemos para distraer o confundir”, y Bocina gandalla, en referencia a las personas que “utilizan el sonido como una forma de expandir el espacio personal”. Disonancia mexicana permanecerá hasta el 12 de junio en el Museo Franz Mayer *avenida Hidalgo 45, Centro).