Guadalajara, Jal. Ejemplo de la arquitectura colonial de la época del virreinato en la Nueva Galicia y que sigue en funciones desde que fue inaugurado hace 228 años, adicionado al paso de los años con murales de Gabriel Flores, Jorge Monroy, Gustavo Peralta y Martín de la Torre, el Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde fue declarado este martes como patrimonio cultural de Jalisco.
Construido para ofrecer servicios de salud a los más necesitados no sólo de Guadalajara y Jalisco, sino de toda la región occidente del país, consigna que se mantiene hasta nuestros días, el edificio también conserva los muros de adobe longitudinales, corredores con columnas y arcos de cantera amarilla de Huentitán, gárgolas y otros elementos que desde 1787 cuando comenzó su construcción fueron concebidos como elementos arquitectónicos por su patrocinador, el fraile español Antonio Alcalde y Barriga, obispo entonces de Guadalajara.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el inmueble es uno de los 300 monumentos históricos de Guadalajara, lo que se enriquece al seguir brindando atención a la población abierta, ser hospital escuela de la Universidad de Guadalajara y brindar casi 12 mil servicios diarios a través de sus programas de atención a grupos vulnerables y de alta especialidad.
Fray Antonio Alcalde decidió ampliar la infraestructura hospitalaria en la capital de la Nueva Galicia luego que en 1786 la ciudad vivió una hambruna en la cual, se afirma, falleció el 10 por ciento de la población, lo que a juicio del obispo exigía construir un hospital amplio para los más necesitados.
Según especialistas como el investigador de la UdeG, David Zárate Weber, al concluirse la construcción el inmueble se convirtió en el “primero y más grande hospital construido en Europa y América de planta radial (o estrellada), que consiste en un centro común del que parten las diversas salas para enfermos”.
“El proyecto se inspiró en esquemas creados en Europa pero que no se habían realizado. Muestra un profundo conocimiento del funcionamiento de los hospitales y de la orden religiosa de los betlemitas, que en ese entonces estaba a cargo de un hospital que creció de 50 a 1000 camas, un incremento sorprendente para la época”..
La planta radial, integrada por el repartidor de donde surgen las seis salas para los enfermos -actualmente ha crecido con la construcción de un moderno edificio de especialidades y otras salas especiales- son ventiladas gracias a las cúpulas, altos techos y los 22 patios que originalmente sirvieron para cultivar plantas medicinales y odoríficas.
Para iluminar y ventilar de forma natural el edificio, además de las ventanas, se puso en operación lo que entonces fue un sistema de vanguardia denominado “por llamada”, el cual permitía la circulación del aire viciado desde los extremos de las salas hacia las linternillas ubicadas en las bóvedas del repartidor.
En una ceremonia realizada este martes en el Patio de Exdirectores del recinto, el director del hospital, Jaime Andrade Villanueva, dijo que la declaratoria reconoce además a las edificaciones contiguas como son el panteón de Santa Paula (más conocido como de Belén), el templo de Nuestra Señora de Belén, la antigua Escuela de Medicina de la UdeG, el museo de la Historia de la Medicina y el edificio que ocupaba el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.
Con la declaratoria, el Antiguo HCG fortalecerá su protección legal, al estar inscrito en el Inventario Estatal del Patrimonio Cultural del Estado de Jalisco.
El decreto se trabajó desde 2020 por parte de la Asociación Civil Cultural del Antiguo HCG “Fray Antonio Alcalde” y el Museo de la Historia de la Medicina, que lo promovieron ante el Congreso de Jalisco y la Secretaría de Cultura de Jalisco (SCJ).
Actualmente, el hospital atiende al año por lo menos 56 mil egresos hospitalarios, más de 5 mil recién nacidos vivos, 26 mil 500 cirugías, 300 mil consultas y 72 mil casos de urgencias en mil 57 camas, 21 quirófanos, 192 consultorios, tres áreas de urgencias y tres de espacios de cuidados intensivos.