Según el historiador británico Tim Bouverie, los paralelismos entre la actual situación en Europa, tras la invasión de Rusia a Ucrania, y los preámbulos de la Segunda Guerra Mundial resultan impresionantes.
“Son muy fuertes e incluso dan un poco de miedo. Casi todas las justificaciones ahora de Putin las hizo en su momento Hitler respecto de Checoslovaquia, como que no era una verdadera nación y que los étnicos alemanes –como ahora se dice de los rusos– eran tratados con atrocidad. El inicio de la guerra realmente dio fortaleza y unió a Occidente, y muestra que la democracia actúa cuando tiene que actuar, pero sólo cuando ya se ha mostrado absolutamente necesario”, afirma.
“Llegó así a actuar en apoyo a Ucrania y a imponer sanciones, aunque no es lo que debería hacerse. Pero se despertó Occidente y es lo que pasó también con Hitler en su época. Así que ambos (momentos) muestran las advertencias. Deberíamos haber recordado esto en los 20 años pasados con lo que estaba haciendo Putin”.
El también periodista político, nacido en 1987, es autor de Apaciguar a Hitler: Chamberlain, Churchill y el camino a la guerra, cuya primera edición en español acaba de ser publicada en México por Debate, en su colección Historia.
Este libro de 665 páginas es resultado de una investigación de casi dos años a través de la cual el especialista se propuso configurar un relato del “desastroso periodo de inacción política que permitió la consolidación del régimen nazi” y los infructuosos esfuerzos, sobre todo del Reino Unido, para evitar, tras la Primera Guerra Mundial, una nueva conflagración.
“Hay muchas obras académicas de este tema, pero quise que fuera una narrativa, lo cual no existía aún. Quería permitir al lector experimentar las crisis, los dilemas morales, así como lo experimentaron en su momento los personajes políticos de esa época”, explica Bouverie.
En videoentrevista, rechaza que la Segunda Guerra Mundial pudiera haberse evitado si los países occidentales –Reino Unido, Francia y Estados Unidos– hubieran actuado ante los notarios afanes expansionistas de Hitler.
“Es muy importante recordar que no hay nada que sea inevitable, siempre las cosas pueden salir diferentes. Dicho eso, quiero subrayar que era muy probable que hubiera una guerra en Europa cuando Hitler llegó al poder. Estaba en su mentalidad expansionista y quería reconquistar el estatus global de Alemania, pero, en particular, los británicos y franceses, los ganadores de la Primera Guerra Mundial, así como Estados Unidos, no querían otra guerra. Es iluso considerar que podía evitarse”, sostiene.
“Si las potencias occidentales hubieran asegurado desarmar a Alemania antes de 1936, podría haber sido muy diferente, pero en el Reino Unido y Francia no había apoyo para un golpe preventivo.”