Después de la pandemia se redujo el número de adultos mayores que se emplean como empacadores en las tiendas de autoservicio. La automatización de las cajas de cobro, complicaciones de salud y un menor número de lugares en los supermercados son algunas de las condiciones adversas que enfrentan tras su regreso a estos negocios, al grado de que algunos continúan pidiendo dinero en las calles.
El de Rogelio Calzada es uno de estos casos. Hace dos semanas se vio obligado a dejar su trabajo voluntario en una tienda Walmart, pues sufre de una hernia en la pierna derecha que no lo deja estar mucho tiempo de pie.
De 72 años de edad, cuenta que se lesionó haciendo sus actividades habituales, pero lo dejó pasar, “porque si no trabajamos, no comemos”. A los dos meses “me vino un dolor intenso”. Se hizo estudios en la clínica 30 del Instituto Mexicano del Seguro Social, en la Ciudad de México, aunque aún faltan que lo evalúe el anestesiólogo –el 5 de mayo– y la fecha de operación.
Mientras, advierte, no ha podido trabajar y está convaleciente en su hogar. “Tengo un pequeño ahorro, pero no sé cuánto me pueda durar”, expresó al referirse al periodo posoperatorio.
Le preocupa verse de nuevo en una situación complicada, como en los 17 meses que estuvo desempleado por la pandemia. En ese tiempo, comenta, tuvo que salirse del departamento que rentaba y se mudó a un cuarto de azotea porque “ya no me alcanzaba”. Llegó a adeudar 10 meses de alquiler tras perder el trabajo por el que recibía propinas de los clientes.
Igual que Calzada, cientos de adultos mayores han enfrentado complicaciones. En julio del año pasado, cuando Walmart renovó su convenio con el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), sólo permitió la reincorporación de 30 por ciento de la plantilla que tenía cada sucursal.
El colectivo Empacadores Voluntarios Adultos Mayores estimó que de 8 mil personas, sólo 20 por ciento han podido regresar al trabajo voluntario.
En el sur de la ciudad de México, en la avenida Insurgentes se puede observar a personas de esta edad que continúan boteando. Los automovilistas les dicen que sus compañeros ya volvieron a trabajar, pero ellos aclaran que “no a todos les permitieron regresar”.
En un recorrido que hizo este diario se pudo constatar que en varias tiendas de la Ciudad de México, las cajas automatizadas ya están en operación, lo cual reduce aún más el número de puestos de trabajo.
Adultos mayores entrevistados indicaron que en Walmart de avenida Universidad de los 25 empacadores que laboraban antes de la pandemia, sólo se autorizó que volvieran cinco por la mañana y en el turno vespertino, de 50, sólo retornaron 12. En la filial Express Narvarte, únicamente regresaron ocho personas en dos turnos, cuando antes eran 30.