Mientras las empresas no encuentran en los jóvenes las habilidades necesarias para contratarlos, a siete de cada 10 personas de este grupo poblacional se les complica incorporarse al mercado laboral formal por falta de experiencia.
Un estudio de la firma de capital humano Manpower Group revela también que a mayor escolaridad, a los jóvenes mexicanos se les complica más ser contratados. Según la consultora, 83 por ciento tienen licenciatura y 79 posgrado.
Por otro lado, a menores estudios, las oportunidades laborales se mueven hacia el sector informal, con la consecuente falta de prestaciones sociales. “La posibilidad de llamar la atención de un reclutador es más complicada en los jóvenes”, esto es, 43 por ciento de las compañías reconoce que se les dificulta cubrir vacantes porque entre los candidatos no ven las competencias necesarias, de acuerdo con Talent Solutions, consultora sobre fuerza laboral.
Los jóvenes tienen tres veces más probabilidades que los adultos (la población de 25 años o más) de estar desempleados, indica un informe de la OIT. Casi 80 por ciento de ese grupo de población ocupada no tiene contrato laboral y cerca de 47 por ciento carece de prestaciones laborales, de acuerdo con el organismo mundial.
En el país, los mayores índices de dificultad para acceder a un empleo para las personas de 18 a 29 años se localizan en las regiones norte (84 por ciento) y centro (81).
Con el objetivo de identificar otras razones por las que se dificulta encontrar trabajo, Manpower Group lanzó la encuesta Escasez de oportunidades laborales para los jóvenes. Encontró que las habilidades solicitadas por un empleador son principalmente comunicación, priorización, adaptabilidad, toma de iniciativa, integridad, pensamiento analítico y saber construir relaciones.
Además, en las entrevistas destacan los candidatos que demuestren experiencia e interés por desarrollar empatía. El mejor lugar para adquirirlas es el trabajo; sin embargo, muchos empleadores no están dispuestos a contratar si no se demuestra esta capacidad, puntualiza.
Entre las acciones inmediatas para ayudar a los jóvenes a “superar las barreras de acceso al empleo formal”, empleadores, instituciones académicas y compañías de capital humano pueden capacitarlos en habilidades blandas para acreditar la experiencia ganada a nivel académico y la que pueden desarrollar en el propio lugar de trabajo.