En México, muchas desapariciones de personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales (LGBT) se relacionan con fines “de limpieza social” o de explotación sexual, frecuentemente tras el internamiento en los llamados centros de terapias de reconversión, alertó el Comité contra la Desaparición Forzada (CDF) de la ONU.
En su informe sobre la crisis de desapariciones en el país, publicado el martes pasado, expuso que durante su visita a territorio nacional –en noviembre pasado–, recibió también información sobre casos de personas de la diversidad sexual que “habrían sido cometidas por fuerzas de seguridad o por la delincuencia organizada con distintos niveles de connivencia de las autoridades”. En su documento, los señalados por el CDF se refieren sobre todo a hechos ocurridos en Jalisco, Michoacán y Veracruz.
Mauricio Ayala Torres, coordinador del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBT en México, que presentó información al organismo, explicó que la desaparición, tras el internamiento en el centro de terapias de conversión, se da “de manera temporal” y parte del “afán”, sobre todo de familiares de la víctima y gente cercana a ésta, de “corregir” su orientación sexual e identidad de género. En la gran mayoría, los internamientos se hacen sin consentimiento del afectado.
“Son los amigos y las parejas de las personas LGBT quienes han reportado la ausencia, que más bien es de manera temporal, pero muchas veces no dan con su paradero y además en ocasiones no necesariamente regresan con ellos o a su origen”, sostuvo en entrevista.
Denunció que esta terapias son impulsadas sobre todo por “grupos religiosos y antiderechos, promotores de malinformar a las familias de estos espacios de ‘mejora de la salud’ –así venden esa información–, y las personas, al no contar con datos claros y científicos, desafortunadamente acceden”.
Ayala Torres resaltó que si bien estas prácticas, que han sido denunciadas, han afectado principalmente a la población joven, y actualmente se ha dado un incremento en casos de mayores de 30 años.
En el país, dijo, sólo siete estados han prohibido las terapias de conversión: Ciudad de México, estado de México, Tlaxcala, Colima, Zacatecas, Yucatán y Baja California Sur.
En cuanto a las desapariciones cometidas por delincuencia organizada, suceden, dijo, sobre todo en estados con altos índices de violencia. Ser LGBT, joven, activista y vivir en un contexto de este tipo, los pone en mayor riesgo, afirmó.
Ayala Torres lamentó que el país siga sin contar con estadísticas sobre desapariciones y asesinatos en contra de esta comunidad. En su último informe, el Observatorio registró cinco casos de desaparición y 68 homicidios, entre mayo de 2020 y abril de 2021.