Residentes de la colonia El Coyol, en Gustavo A. Madero, enfrentan desde hace tres años hundimientos, fracturas y desniveles en calles y banquetas sin que las autoridades atiendan las solicitudes para resolver las afectaciones que en algunos casos se presentan en viviendas ubicadas en la calle 321, localizada entre las viviendas marcadas con los números 298, 300, 302 y 304.
Rosa Elena, vecina de la zona desde hace más de 11 años y cuya casa se ubica sobre esa vialidad, aseguró que el alcalde Francisco Chíguil conoce el problema por los innumerables documentos que los residentes han enviado a su oficina, así como en un encuentro informal en el que se planteó la situación; sin embargo, no ha dado respuesta.
Alertó que en temporada de lluvias la calle se convierte en “una alberca”, tras advertir que se detectaron algunos socavones; no obstante, dijo con desánimo que las autoridades “nos van a voltear a ver cuando pase una tragedia”.
Para prevenir accidentes, los vecinos bloquearon el tránsito vehicular de las calles afectadas con llantas, ramas de árboles secos, costales llenos con cascajo, bloques de cemento y trafitambos, por lo que ya no pasan los camiones de la basura ni el gas, tampoco los autobuses de la Red de Transportes de Pasajeros.
Se han visto en la necesidad de acondicionar las instalaciones de gas hasta la puerta de las casas para que alcance a llegar la manguera del camión que los surte; en otros casos, cargan los cilindros hasta la otra esquina para que los recoja el repartidor, al igual que la basura, o esperar a que pase el carrito y no el camión. Eso forma parte de su nueva rutina, además de que las rejas y puertas de las casas ya no abren con facilidad.
Rosa Elena, cuya casa tiene hundimiento en el jardín, desprendimiento de losetas y grietas en dos paredes, mencionó que los residentes afectados decidieron que no es opción recurrir a la protesta con el cierre de avenidas como Eduardo Molina o Gran Canal para llamar la atención de las autoridades, “porque afectaríamos a terceros que son ciudadanos como nosotros”.
Ángel Torres remitió un oficio al alcalde, que tiene sello de recibido el 5 de agosto de 2021, en el que se lee “realmente nos preocupa esta situación, pues nuestro patrimonio que es lo único que tenemos está en peligro e incluso nuestras vidas”. Agregó que “ estamos muy preocupados por lo que pueda suceder, no queremos lamentar en un futuro el que nadie nos escuche ya que estamos dando aviso con tiempo”.
Por su parte, Francisco Villatoro lamentó que “estemos olvidados por la alcaldía, no nos hacen caso y para nosotros es nuestro patrimonio, es por lo que hemos trabajado y no tenemos a dónde ir”.