Con un llamado a que los senadores actúen con “responsabilidad y pensando en el interés supremo de la infancia”, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, señaló que el dictamen sobre la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación (LIGIE), que se discutirá en el pleno del Senado y permite la importación de cartuchos de tabaco calentado, abre la puerta a la entrada de productos nocivos para la salud de millones de mexicanos, como los cigarrillos electrónicos y vapeadores.
En entrevista con La Jornada, destacó que son tres las fracciones arancelarias (8543.40.01, 8543.40.99 y 2404.11.01) de la nueva LIGIE que responden a los intereses de la industria tabacalera, en particular del duopolio de British American Tobacco, interesada en la comercialización de vapeadores, y Philip Morris International (PMI), en la venta de cigarrillos electrónicos.
Se trata, dijo, de una maniobra muy dañina para la salud, pero también muy desafortunada en términos de la responsabilidad ética, política y social de los legisladores, pues atienden “claramente los intereses de particulares, concretamente de la industria tabacalera”.
Agregó que cabilderas de PMI “llevan semanas instaladas en el Congreso, dando seguimiento a este asunto”; han platicado con varios legisladores, entre ellos los presidentes de las comisiones de Hacienda en la Cámara de Diputados, que encabeza Carlos Noriega, y en el Senado Alejandro Armenta, quienes habrían impulsado la aprobación de la LIGIE sin atender la orientación en contra del uso de vapeadores y cigarros electrónicos que mantiene el Poder Ejecutivo.
Erick Antonio Ochoa, director general de Salud Justa Mx, afirmó que de aprobarse sin modificación la LIGIE se generará una contradicción regulatoria que aprovecharía la industria tabacalera para buscar la comercialización de sus productos, en particular PMI, que cuenta con una marca hegemónica de cigarrillos electrónicos en México, y en consecuencia, “sería una legislación no en beneficio de la población, sino de los intereses comerciales de la industria del tabaco”.
Al respecto, López-Gatell destacó que el grupo blanco de mercado de estos productos son los menores, pues los han diseñado y publicitado para que “sean apetecibles a las personas jóvenes. La edad de inicio del vapeo, según estudios preliminares, está entre los 12 y los 14 años”, es decir, niños y adolescentes que cursan secundaria. Subrayó que ni los cigarrillos electrónicos ni los vapeadores son efectivos para dejar de fumar, y tampoco son menos nocivos.