A 12 días de la jornada de revocación de mandato, Morena hizo el último intento para que el Instituto Nacional Electoral (INE) aumente en mil 200 millones de pesos los recursos destinados a este ejercicio, y con ello ampliar el número de casillas.
Infructuosamente, en la sesión del Consejo General planteó la extinción de los fideicomisos de pasivo laboral e inmobiliario del instituto, propuesta que fue rechazada con 10 votos a uno.
“Aún estan a tiempo de extinguir estos fideicomisos y orientarlos a mayor difusión, e incluso instalar más casillas”, planteó el representante de Morena, Mario Llergo, quien acusó al INE de no someterse a la nueva realidad de austeridad que rige en la administración pública, desempeñandose más allá de la restricción de disciplina presupuestaria, entre la que destacó dichos fideicomisos.
En respuesta, el panista Humberto Aguilar consideró que esta propuesta forma parte del embate que Morena emprendió para asfixiar al INE: “queda clara la intención del Presidente, la asfixia presupuestal ordenada a su bancada y a su secretario de Hacienda, la permanente campaña de ataques al INE, la grotesca violación cotidiana de las prohibiciones constitucionales en materia de propaganda y el desafío a las medidas de la Comisión de Quejas”.
La postura del INE la fijó el secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina, quien reivindicó la legalidad y pertinencia de ambos fideicomisos. En el caso del inmobiliario, en el mediano plazo pretende reducir el gasto destinado a arrendamiento y modernizar las instalaciones de los módulos de atención ciudadana. En cuanto a del pasivo laboral, dijo, se construyó para garantizar recursos para el retiro de personal.
La propuesta de Morena fue respaldada por la consejera Norma de la Cruz, quien consideró que la extinción de los fideicomisos no pone en riesgo los objetivos que pretenden; por el contrario, dijo, permitiría tener mayor control administrativo. Sin embargo, se quedó sola en la votación, pues los 10 restantes rechazaron la propuesta.