Chilpancingo, Gro., Diez días después de haber regresado a su comunidad, los habitantes de Zihuaquio, municipio de Coyuca de Catalán, en la región de la Tierra Caliente de Guerrero, abandonaron su pueblo tras recibir amenazas de presuntos miembros del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y se refugiaron en la comunidad Vallecitos de Zaragoza, en la zona de la Costa Grande, donde permanecieron dos años.
Apenas el 19 de marzo, decenas de familias que fueron desplazadas el 29 de enero de 2020 por presuntos pistoleros del CJNG que quemaron sus viviendas y las destilerías con las cuales producían mezcal, retornaron a Zihuaquio en una operación del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, junto con las policías estatal y ministerial.
Ismael, campesino, informó vía telefónica: “Desde que llegamos a Zihuaquio empezaron a amenazar con matarnos si no abandonábamos el pueblo. El viernes pasado cuando recibimos una llamada. Nos dijeron que iban a acabar con nuestras familias y la gente se espantó mucho”.
Añadió que el sábado “empezaron a bajar las familias, pero unas siete nos quedamos en Zihuaquio; sin embargo, el domingo ya no quisieron seguir ahí y me tuve que bajar con ellos a Vallecitos de Zaragoza”.
Indicó que él y sus compañeros temen que “los delincuentes nos tumben las pocas casas que quedaron. Ellos tienen máquinas para hacerlo. También nos están robando el maguey”.
Piden ayuda a AMLO y a la gobernadora
Los afectados informaron de su situación a los gobiernos federal y estatal. “Pedimos que intervengan el presidente Andrés Manuel López Obrador y la gobernadora Evelyn Salgado, porque en los casi 10 días que estuvimos en Zihuaquio nos acostumbramos y todos queremos regresar”.
Dijo esperar que el Ejército Mexicano permanezca en la región. “Habíamos donado un terreno para la construcción de un cuartel y no queremos que nuestro pueblo quede abandonado; por lo pronto vamos a perder otro año de producción del mezcal, del que viven nuestras familias y pueblos aledaños”.
Comentó que previamente “enviamos un informe al gobierno estatal, en el cual pedíamos que nos ayudara con material para la reconstrucción de las destilerías donde se produce el mezcal, y también para rehacer las casas, que están completamente destruidas”.