Los contratos para generar electricidad firmados en el sexenio pasado, “con vicios muy oscuros”, en condiciones ventajosas para las empresas privadas, se revisarán las veces que sea necesario y es un riesgo que todo inversionista debe prever cuando llega a hacer negocios a cualquier país, advirtió la secretaria de Energía, Rocío Nahle, al participar en la octava plenaria de los senadores de Morena.
Reiteró que con la reforma eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador no se pretende expropiar “ni un tornillo” a las empresas privadas, las cuales quedarán con 46 por ciento del mercado, lo que equivale al consumo de electricidad en Argentina, pero los consorcios nacionales y extranjeros deberán asumir los riesgos por haber firmado contratos “leoninos”, recalcó la secretaria.
La funcionaria señaló que, frente a las voces que piden que no se cancelen los contratos, se debe responder si entonces la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el pueblo mexicano deben seguir por 20 años en “una esclavitud comercial”, con reglas inequitativas impuestas por una administración anterior.
Expuso que tan sólo por la obligación impuesta a la CFE de pagar 100 por ciento de la energía establecida en los contratos, aunque el abasto de los privados sea menor, en 2020 debió erogar 223 mil millones de pesos. Aunado a ello, por tener 45 por ciento de sus plantas subutilizadas, dejó de generar 215 mil millones de pesos.
Igualmente, por dejar a la CFE fuera de lo Certificados de Energía Limpia, pese a que 69 por ciento de la electricidad que genera lo es, “le ha costado hasta el día de hoy 6 mil millones de pesos y, de continuar esto, en 20 años la CFE estaría pagando más de 100 mil millones de pesos”.
La titular de Energía hizo notar a los senadores de Morena que es un punto importante a defender en la discusión de la reforma eléctrica que se inició ya en la Cámara de Diputados, porque no se va a quitar nada a las empresas privadas que ya están aquí, con una participación muy importante, pero en un mercado libre justo, y “nos van a ayudar incluso, porque la CFE en su 54 por ciento va a generar en una forma competitiva”.
Nahle insistió en que es un buen modelo. “No se va a expropiar ni un tornillo, no se va a expropiar absolutamente nada, no le vamos a pagar nada a nadie, porque no les estamos quitando sus plantas, porque no les estamos diciendo que se vayan, porque no les estamos diciendo nada, nada más les decimos: ustedes se quedan en esta parte”.
Acompañada en el presídium por el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, la presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero, y otros legisladores, la titular de Energía resaltó que la reforma eléctrica no viola los acuerdos del Tratado de Libre Comercio (T-MEC) con Estados Unidos y Canadá, ya que en el mismo se establece que México se reserva el sector energético para hacer los cambios constitucionales que se requiera.
También aclaró que la reforma no propicia la generación de energías caras y sucias, como propala la oposición. “México, dentro de los países de la OCDE, somos el país que menos contaminantes emitimos de CO2 por producción de energía a través de carbono”, dijo y explicó que se camina hacia la transición, “pero no te puedes desconectar tan fácil de los fósiles”.
La titular de Energía expuso asimismo que en la iniciativa presidencial se establece la propiedad de la nación sobre el litio. “No se otorgarán concesiones y no constituirán un monopolio las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en este mineral estratégico”.