Santiago. Una paralización de actividades en protesta contra la crisis migratoria y un alza en la criminalidad en el norte de Chile provocaba el lunes el cierre del aeropuerto de la ciudad de Iquique, en medio del bloqueo de vías y llamados a manifestaciones.
Conductores de camiones de carga impedían la circulación en distintos accesos a Iquique un día después de que una marcha en la localidad costera que dejó algunos incidentes.
Los cortes de tránsito afectaban desde primeras horas del día los servicios del aeropuerto, localizado en las afueras de la ciudad, a más de mil 400 kilómetros al norte de Santiago.
"Debido al paro de actividades que ocurre en Iquique se han suspendido temporalmente las operaciones tanto de salida como de llegada al aeropuerto Diego Aracena. Esta suspensión se mantendrá hasta que se levante el bloqueo del acceso al personal de las líneas aéreas y del terminal", dijo la terminal en su página de internet.
La ciudad ha sido uno de los principales puntos de llegada de migrantes venezolanos, que entran al país a través de la altiplánica frontera terrestre con Bolivia.
Muchos migrantes llegan al país en precarias condiciones, instalando improvisados campamentos en plazas y otros espacios públicos, lo que ha generado rechazo de los habitantes de la localidad, quienes vinculan la crisis con el aumento de la criminalidad.
Por su parte, el gremio de taxistas de Iquique convocó a una caravana por la ciudad en rechazo al aumento de la delincuencia.
"Hay delitos a los que no estábamos acostumbrados, como el sicariato y los secuestros, y hoy desgraciadamente se están presentando en la zona", dijo el fiscal regional, Raúl Arancibia, a la radio local Cooperativa.
La migración y el crimen son algunas de preocupaciones que más han cobrado relevancia en Chile y que tendrá que atender desde marzo el diputado izquierdista Gabriel Boric, quien ganó las elecciones presidenciales en diciembre.