Lisboa. Los socialistas del primer ministro portugués, Antonio Costa, obtuvieron mayoría absoluta en los comicios anticipados de ayer, lo que les permitirá gobernar solos. La extrema derecha también creció, según los resultados oficiales.
El Partido Socialista alcanzó 117 escaños en el Parlamento de 230 miembros, seguido de 71 escaños del centroderechista Partido Socialdemócrata (PSD), pese a los vaticinios de una contienda mucho más estrecha.
Según las proyecciones publicadas a la salida de las urnas por tres televisoras nacionales, el Partido Socialista (PS) va en primer lugar con 117 diputados de un total de 230. Podría mejorar entonces su resultado de 2019 (36.3 por ciento con 108).
Con estos resultados, el Parlamento seguiría siendo mayoritariamente de izquierda, al totalizar el bloque de este segmento de tres a 10 escaños y la coalición Comunista/Verdes entre tres y ocho.
Cuando esperaba crear la sorpresa, la principal fuerza de oposición, el Partido Socialdemócrata (PSD, derecha) de Rui Rio, ex alcalde de Oporto, de 64 años, queda en segundo lugar con entre 27 y 35 por ciento de votos, y 71 escaños.
En su discurso tras darse a conocer los resultados, Costa resaltó que “una mayoría absoluta no es el poder absoluto”, por lo que prometió diálogo con el resto de actores políticos.
El dirigente socialista Costa se enorgullece de haber “pasado página a la austeridad” presupuestaria aplicada por la derecha tras la crisis financiera mundial mediante la alianza histórica de 2015 con las formaciones de izquierda radical, Bloque de Izquierdas y los comunistas.
Pero, cuando el gobierno minoritario contaba también con “pasar la página de la pandemia” gracias a una cobertura de vacunación récord y la llegada de los fondos de relanzamiento económico europeos, sus aliados rechazaron su proyecto de presupuesto para 2022, lo que desencadenó la convocatoria de elecciones anticipadas.
Cuando la fecha fue fijada, hace tres meses, los sondeos daban al Partido Socialista de Costa (PS, izquierda) 13 puntos de ventaja sobre su principal opositor, el PSD.
Las encuestadoras auguraban un empate técnico.
“Espero que todo el mundo se sienta seguro para ir a votar”, declaró ayer Costa, quien depositó su papeleta el pasado fin de semana, como hicieron 300 mil electores, en una votación anticipada organizada a causa de la crisis sanitaria.
Con uno de cada 10 portugueses en cuarentena, el nivel de participación de las elecciones, las terceras organizadas en Portugal en pandemia, era un factor de incertidumbre.
La participación fue de entre el 46 por ciento y 51 por ciento, según la encuesta de salida de la Universidad Católica de Portugal. En las elecciones de 2019, la participación fue de 48.6 por ciento.
“Voté por los socialistas pues los necesitamos en este momento difícil”, dijo a la agencia de noticias Afp Manuel Pinto, ex ebanista de 68 años que vive en Lisboa.
Pese a un “cierto desencanto” hacia el Partido Socialista, la mayoría de electores cree que Costa tiene “más competencia y experiencia para gobernar” que Rio, economista apreciado por su franqueza y su autenticidad, afirma la politóloga Marina Costa Lobo.
El presidente del gobierno español, elsocialista Pedro Sánchez, fue el primer mandatario que felicitó a Costas.