Roma. El papa Francisco llamó a los recaudadores de impuestos a redistribuir las riquezas y financiar servicios sociales que ayuden a los pobres, afirmando que tales esfuerzos son “una garantía de igualdad” por el bien común.
El pontífice se reunió con personal de la agencia recaudadora de impuestos de Italia, y destacó que los fondos que recaudan sirven para financiar el sistema de salud pública de Italia.
Francisco les imploró defender eso “porque no debemos caer en un sistema de salud pública por el que uno paga donde los pobres no tienen derecho a nada”.
Reconoció que el recaudador de impuestos suele ser desdeñado, pero insistió en que, si se hace bien, la recaudación de impuestos “es señal de legalidad y justicia”.
“Debe favorecer la redistribución de riquezas, defendiendo la dignidad de los más pobres que siempre están en peligro de ser aplastados por los poderosos”, dijo el pontífice.
“Trabajemos para que la cultura del bien común crezca y -esto es importante- para que el destino universal de bienes sea tomado en serio”, añadió.
La referencia al destino universal de bienes es parte del catequismo católico según el cual los bienes de la Creación deben ir a toda la humanidad, permitiendo la propiedad privada. Francisco con frecuencia lo ha invocado al exigir un cambio al “perverso” sistema económico global que destruye el medio ambiente y explota a los pobres, mientras los ricos ganan más dinero.
Francisco previamente ha elogiado el sistema de salud pública gratuito que tiene Italia, como lo hizo en julio cuando se recuperaba de cirugía intestinal en el Hospital Gemelli de Roma.
Para Francisco, la figura bíblica del recaudador de impuesto tiene además un significado personal. El papa destacó que Jesús convocó a Mateo, un recaudador de impuestos, para ser uno de sus apóstoles en una escena retratada en el cuadro “El llamado de San Mateo” que cuelga en la iglesia francesa en el centro de Roma.