Toluca, Méx., “A ver, mi gente, ya se la saben, celulares y carteras”. Esta frase se ha convertido en una letanía de terror que a diario escuchan los usuarios del transporte público en el estado de México. Los esfuerzos de la autoridad para combatir este flagelo han sido insuficientes, pues los asaltantes aprovechan la falta de coordinación entre los distintos niveles de gobierno para delinquir.
Después de dos años en que se reportaron cifras a la baja de este delito en la entidad, la más poblada del país con casi 17 millones de habitantes, en 2021 el número de carpetas iniciadas por estos robos repuntó más de 13 por ciento.
De los más de 8 mil 421 atracos a pasajeros del transporte público que fueron denunciados, 54 por ciento se perpetró en seis municipios: Ecatepec, Naucalpan, Tlalnepantla, Tultitlán, Toluca y Nezahualcóyotl.
Esto implica que a diario se denuncian en promedio 23 asaltos a unidades del transporte en el estado, aunque no son todos los que se cometen, pues muchos de los afectados no acuden a reportarlo al Ministerio Público.
Si bien este ilícito se concentra en las zonas metropolitanas del estado, ya se comienza a extender a otras regiones. Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, el año pasado, en 80 de los 125 municipios mexiquenses se cometieron asaltos en unidades del transporte público.
Aunque las autoridades tienen identificados los puntos donde ocurre la mayoría de los robos a pasajeros, la falta de coordinación entre autoridades de los tres niveles de gobierno ha sido impedimento para su efectivo combate.
Fuentes de la Fiscalía General de Justicia estatal revelaron que los focos rojos en los atracos al transporte son la carretera México-Pachuca, desde Tecámac hasta Indios Verdes, pasando por Ecatepec y Tlalnepantla, al igual que Periférico Norte, desde Tepotzotlán e Izcalli hasta Naucalpan, y la autopista México-Puebla, desde Valle de Chalco hasta Ixtapaluca, pasando por Los Reyes.
Otros puntos conflictivos son la Vía López Portillo, desde Coacalco y Tultitlán hasta Ecatepec, y el Paseo Tollocan, de Lerma hasta Toluca, pasando por San Mateo Atenco y Metepec.
Alcaldes se deslindan
Todas estas vialidades son vías primarias, por lo cual los ayuntamientos se lavan las manos al asegurar que la jurisdicción corresponde al gobierno estatal, y en el caso de las carreteras México-Pachuca y México-Puebla, son arterias federales, donde la seguridad corresponde a la Guardia Nacional.
El gobernador Alfredo del Mazo Maza prometió diseñar estrategias para obtener mejores resultados en el combate a este delito.
En sus primeros tres años de administración se aplicó la operación Plan 3, Pasajero Seguro, con el cual la policía estatal colocaba filtros de revisión en vialidades, donde todos los usuarios varones del transporte público eran sometidos a escrupulosos revisiones.
Además, se publicó un decreto gubernamental en el que se obliga a los concesionarios del transporte a instalar dentro de las unidades videocámaras, botones de pánico y un sistema GPS, que se conectarían al centro de mando de la policía estatal para responder de inmediato ante cualquier eventualidad. Sin estos dispositivos no se podrían renovar las concesiones.
Aunque en un inicio hubo resistencia de los concesionarios, poco a poco fue permeando la idea de colocar estos aparatos en las unidades. A la fecha, de los casi 200 mil vehículos que prestan servicio de transporte público en territorio estatal, en unas 40 mil se han colocado estos dispositivos.
En 2018, el primer año de gobierno de Del Mazo se contabilizaron más de 10 mil 400 asaltos en unidades de transporte público colectivo (autobús, furgonetas y microbuses) y 932 en transporte público individual (taxis). Para 2019, el número de carpetas de investigación iniciadas por estos delitos bajó 11 por ciento, pues se denunciaron 9 mil 275 atracos a unidades de transporte público colectivo y 936 a pasajeros de taxi.
En 2020 la cifra bajó poco más de 30 por ciento –sin embargo, durante varios meses de ese año hubo confinamiento, numerosas actividades productivas pararon a causa de la pandemia y miles de personas trabajaron desde sus casas.
En 2021, la fiscalía mexiquense reportó al Sistema Nacional de Seguridad Pública que en los 12 meses anteriores se iniciaron 7 mil 351 carpetas de investigación por el delito de robo en unidades de transporte colectivo y mil 70 por robo en unidades de transporte individual para un total de 8 mil 421 asaltos denunciados.
Ecatepec, el municipio más poblado de la entidad, es donde más asaltos de esta índole se cometen, pues el año pasado se denunciaron más de mil 300 robos, de los cuales, mil 117 se perpetraron en unidades de transporte colectivo y 192 en taxis. En municipios aledaños como Tecámac, Tultitlán y Coacalco, se cometieron 350, 275 y 211, respectivamente.
También en 2021, en Naucalpan fueron denunciados 954 atracos a transporte público; en Izcalli 643 y en Tlalnepantla 468, siendo este uno de los corredores donde más delitos se perpetran.
En el valle de Toluca se cometieron más de 700 robos en vehículos de transporte público colectivo en la capital del estado, Metepec, Lerma, Zinacantepec y San Mateo Atenco.
Sin embargo, lo que más preocupa es el robo a pasajeros y choferes de taxis, delito en el cual Toluca ocupa el primer lugar con 192 denuncias, seguido de Zinacantepec, con 69; Metepec, 44; Lerma, 32, y San Mateo Atenco, 23.
El problema en esta zona se agudiza por la operación de los “taxis colectivos”, figura no autorizada en la ley pero que durante años ha sido tolerada.
Y aunque en un inicio mejorar y modernizar el transporte fue una de las banderas del gobierno de Alfredo del Mazo, ya no existe la Secretaría del Movilidad, pues ésta fue anexada a la de Comunicaciones, en un afán de reducir el aparato burocrático del estado.
Además, la Secretaría de Seguridad dejó de realizar las operaciones Plan 3 Pasajero Seguro, debido en parte a la pandemia. Hace unos días las nuevas autoridades de Tlalnepantla las reanudaron.