Naucalpan. Méx. Autoridades de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), de la Comisión del Agua del Estado de México (Caem) y el Servicios de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Atizapán de Zaragoza de Zaragoza (SAPASA), dieron el banderazo de salida a los trabajos del Programa de Limpieza y Conservación de la Presa Madín, donde parte de los objetivos será retirar aproximadamente 6 mil 500 toneladas de lirio acuático, que nuevamente invade el embalse.
El alcalde Pedro Rodríguez informó que se espera que en dos meses se logre retirar la mayoría del lirio acuático que invade gran parte de la presa, que abastece de agua potable a los habitantes de los municipios de Naucalpan, Tlalnepantla y Atizapán de Zaragoza.
Planteó, que “con el apoyo del gobernador Alfredo del Mazo y de la Caem, que nos hicieron el favor de rehabilitar una caída del agua para potabilizarla, nos va a llegar una máquina flotante para atraer el lirio. También hay una inversión del gobierno estatal al facilitarnos equipo para el rescate de la Presa Madín”, agregó.
La presa Madín almacena 25 millones de metros cúbicos de agua, y son diversas las fuentes de contaminación, entre ellas descargas residuales.
Durante el evento de inicio de las labores de limpieza, el alcalde destacó que “detectamos 23 puntos de descargas residuales, pero no podemos determinar el grado de contaminación que pudieran tener, sin embargo, estamos trabajando para determinar cuáles de las descargas son altamente contaminantes, o si de alguna manera, las plantas tratadoras están cumpliendo con los requisitos que pide la norma”, informó.
Con ayuda de dos máquinas excavadoras y camiones de volteo, los trabajadores iniciaron las labores de limpieza en la zona. Donde se tiene programado el uso de equipo acuático multiuso y lanchas con motor fuera de borda para comenzar a retirar el lirio acuático.
Desde el mes de octubre del 2021, ambientalistas han externado su preocupación por la aparición de lirio acuático en la presa. Incluso han catalogado el fenómeno como la "tercera emergencia sanitaria", pues en agosto de ese año, se registró la muerte masiva de peces en el embalse.
Los ambientalistas insisten a las autoridades en asignar recursos en un plan integral y definitivo para erradicar la contaminación en la presa, y exigen se invierta en la construcción de una nueva planta potabilizadora y se revise el origen de las descargas de aguas negras que llegan al afluente.
Los especialistas han insistido que desde hace 15 años el grupo multidisciplinario, integrado por investigadores del IPN, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de la Facultad de Química de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), y de otras instituciones, han documentado los niveles de toxicidad, de impacto y de riesgo de la presa Madín.
Y los estudios confirman que en la presa prevalece un "cóctel de tóxicos" de sustancias como aluminio, metformina, ibuprofeno, entre otros, que estudios confirman que peces registran mutaciones, estrés oxidativo, malformaciones congénitas, entre otras afectaciones.
El grupo multidisciplinario, al momento, realiza un estudio para evaluar el impacto del consumo de agua de la presa Madín en la salud humana, pues aunque el agua es tratada por una planta de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se debe garantizar que efectivamente es potable.