Guadalajara, Jal., El escritor Sergio Ramírez calificó a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara de “invulnerable a las incertidumbres políticas”, debido al “enorme prestigio que goza como centro de reflexión e investigación académica”.
Durante el coloquio México en los libros: encuentro con la FIL Guadalajara, organizado por el Instituto Cervantes desde su sede en Madrid, transmitido en redes sociales este fin de semana, el autor expresó: “La FIL es un espacio crítico muy abierto, donde hay ideas de todo tipo y gente de todas las ideologías viene a expresarse libremente.
“La fuerza de la feria es ser un lugar de reflexión múltiple”, expresó el Premio Cervantes de Literatura.
En el encuentro participaron Marisol Schulz Manaut, directora de la FIL; la editora Pilar Reyes; el escritor Juan Cruz, quien fungió de moderador, y el poeta Luis García Montero, director del Instituto Cervantes.
“La Universidad de Guadalajara goza de enorme prestigio. Sólo su Centro Médico –puedo dar fe–, tiene un número de especialistas y una capacidad técnica quirúrgica que cualquier universidad de Estados Unidos o Europa envidiaría; es, por tanto, un centro científico, de investigación, universitario y docente que no es susceptible a los ataques políticos; es una institución que siempre estará ahí. Pasarán gobiernos de distintos signos y siempre estará la universidad y las instituciones que representa, entre las que se encuentra la FIL”, agregó.
Se dijo “uno de los escritores más veteranos de la feria”, a la cual habrá faltado “un par de veces, nada más”, y recordó anécdotas muy lejanas en el tiempo, como aquella cuando el poeta chileno Nicanor Parra ganó en 1991 lo que entonces era aún el Premio Juan Rulfo de Literatura, que con el paso del tiempo y debido al rechazo de familiares del autor de Pedro Páramo a que se siguiera usando ese nombre –el escritor Tomás Segovia, quien recibió el premio, hizo declaraciones que para la familia denostaron al jalisciense–, desde 2006 se llama Premio FIL.
“Nicanor recibió un sobre con un cheque por los 100 mil dólares del premio, lo metió en su bolsa, pero luego sacó el cheque y empezó a saludar con él en la mano. Ése es el primer recuerdo de los muchos que tengo de la FIL, por donde ha pasado toda la literatura hispanoamericana”, relató Ramírez entre risas.
“Ahí se encuentra uno a todo el mundo; lo mejor de la feria era la extraferia en los pasillos, en los desayunos, donde en otros tiempos servían más de 50 clases de huevos en los desayunos. Las tertulias, las fiestas interminables de cada noche, la muy tradicional fiesta del Fondo de Cultura Económica, de Alfaguara. Creo que en ningún otro lugar del mundo hay tanta gente hablando al mismo tiempo.”
En su turno, Marisol Schulz reconoció que más que un milagro, la feria es producto de un trabajo profesional ininterrumpido de 35 años, además de que su fundador y presidente, Raúl Padilla, siempre tuvo claro que buscaba que se tratara de un encuentro mixto, que reuniera mucho público, pero también a personajes en torno a la creación e industria del libro.
Asimismo, defendió la pluralidad ideológica que ha buscado mantener entre los invitados. “Hemos tenido momentos de manifestaciones dentro de la feria. Cuando esto de las niñas de la Marea Verde, tuvimos una manifestación feminista dentro y se autorizó y funcionó (...) En cuanto a la desaparición de los 43 estudiantes normalistas ocurrida durante el sexenio de Peña Nieto, se tuvo la posición no sólo de permitir, sino que la propia feria salió en contra de lo que había sucedido”.
La editora Pilar Reyes dijo que la FIL “ha transformado la dinámica editorial en español”, que “construyó un lugar de encuentro para autores” y contribuyó a dar una visibilidad primero continental y ahora mundial a los escritores de habla española, en particular a los latinoamericanos. “Ahora vemos un fenómeno espléndido, un montón de editores pequeños de América Latina que se dan cita y que pueden mostrar su oferta, lo que ha generado una conversación e intercambio editorial intenso”, agregó.
Luis García Montero, en su calidad de poeta, director del Instituto Cervantes y coordinador del coloquio, afirmó que el reconocimiento a la feria es porque “para el mundo hispano la referencia de la FIL es fundamental, y también para el Instituto Cervantes”.