Hong Kong. China Evergrande Group dijo el miércoles que aspira a tener una propuesta preliminar de reestructuración en un plazo de seis meses, mientras la endeudada inmobiliaria busca tranquilizar a unos acreedores asustados por los impagos desde que sus finanzas comenzaron a desbaratarse el año pasado.
La esperada comunicación se produce en un contexto en el que Pekín está reforzando el control sobre la firma, al tiempo que adopta medidas para estabilizar el sector inmobiliario chino, golpeado por la crisis.
Sin embargo, algunos tenedores de bonos se mostraron decepcionados con la conferencia telefónica de 25 minutos -que incluyó respuestas preparadas a preguntas-, pues dijeron que careció de información sobre los planes de Evergrande.
“No tenía expectativas antes de la llamada ni después de la misma (…) francamente, creo que la toma de decisiones final está dirigida por el gobierno, la empresa es relativamente pasiva”, comentó un tenedor foráneo de bonos de la compañía que no quiso ser identificado por no estar autorizado a hablar con los medios de comunicación.
Evergrande, que en su día fue la mayor promotora inmobiliaria de China, ha acumulado deudas por valor de más de 300 mil millones de dólares y tiene dificultades para pagar a sus acreedores, proveedores e inversores en productos de gestión patrimonial.
El mes pasado incumplió el pago de algunos bonos en dólares, lo que dio lugar a peticiones de diálogo, y casi 20 mil millones de dólares de sus bonos internacionales se consideran ahora en situación de impago.
El recién nombrado director ejecutivo de Evergrande, Siu Shawn, que también es presidente de Evergrande New Energy Vehicle Group Ltd, indicó en la llamada con los acreedores que el grupo está trabajando en un plan de reestructuración integral.
Siu aseguró que Evergrande pretende proponer el plan en un plazo de seis meses y que él también espera trabajar con los acreedores para lograr una solución de gestión de riesgos, según dijo un participante en la llamada.
El lunes Evergrande solicitó más tiempo a sus tenedores de bonos en el extranjero para trabajar en un plan de reestructuración de la deuda, esto después de que un grupo de acreedores afirmó estar dispuesto a tomar “todas las acciones necesarias” para defender sus derechos.
“El consejo de administración y el comité de gestión de riesgos esperan tener más comunicaciones con los inversores y les piden respetuosamente que no emprendan ninguna acción legal agresiva para mantener la estabilidad en beneficio de todas las partes interesadas”, solicitó Siu en la llamada.