Uno de los desafíos más grandes en la gestión de Rosa Beltrán, la nueva coordinadora de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), será acercar al público a las actividades presenciales, “con cautela y lo más pronto posible”, sin perder el trabajo realizado por esa área durante la pandemia, que hizo posible “la interacción con 70 millones de personas” de manera virtual en redes sociales.
Así lo explicó la escritora en su primera rueda de prensa, en la que dejó claro que una de sus líneas de acción principales tiene que ver con “la diversidad, la inclusión, la igualdad, las nuevas masculinidades, con las formas de pensarnos de manera distinta y de analizar el machismo con espíritu universitario; lo vamos a visibilizar”.
Informó que en 2022 cuenta con un presupuesto de 45 millones 764 mil pesos para la operación de la coordinación y más 30 millones destinados a proyectos específicos.
“Hay que considerar la inflación y el aumento, por ejemplo, del costo del papel, por mencionar un rubro, lo cual hace que disminuya esa cantidad que en apariencia parece ser la misma (que el año pasado). Pero vamos a acogernos a los lineamientos y límites de este presupuesto para llevar a cabo lo que nos proponemos”, detalló la coordinadora.
Comentó que hablará con todos los directores a su cargo para subrayar su interés “por continuar” conlos proyectos de su antecesor, Jorge Volpi, como las unidades de periodismo, académica y de género. De igual modo, les comunicará su deseo “por innovar, poniendo mi granito de arena en lo que creo es necesario”.
La UNAM, continuó Beltrán, “es puntera en captar, difundir, enseñar y llevar al público en general las voces más diversas y significativas del mundo. Es un ideal mío poner en un primer plano el concurso de todas estas voces para conciliarlas en una voz. La universidad es el lugar donde busco un discurso que concite, concilie y exprese esas diferencias.
“Las narrativas de choque, confrontación y violencia en el país y en el mundo son uno de los peligros más grandes de nuestro tiempo, contrarias al espíritu universitario. Junto con la pobreza, las diferencias sociales y la incertidumbre, ese discurso confrontador, aunado a la actual pandemia, ha minado nuestras fuerzas físicas y nuestras esperanzas. A ello se suma la enfermedad, la muerte, el desempleo y todos los efectos secundarios de la pandemia.
“Vivimos con miedo y con distancia. Estos dos años nos hemos desmarcado de los otros por cuestiones de salud. Es el momento de terminar con ello. Quisiera recobrar las esperanzas volviendo a la discusión en el sentido universitario y académico del término dentro de la gestión cultural”.
Una de las primeras actividades de Rosa Beltrán como coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM será la organización del Festival del Libro y de la Rosa, en abril, donde se celebrarán los 100 años del nacimiento del escritor Jack Kerouac, pionero de la generación beat, autor de En el camino.
El regreso a las actividades “será de manera paulatina, cauta, cuidando ante todo la salud de quienes acudan, con aforos limitados y normas muy estrictas. Pensamos que a partir de febrero ya podremos llevar a cabo algunas actividades. Esperamos iniciar la temporada de la Ofunam y estamos a la espera de la apertura de librerías y todos los museos”.
Además de “llevar el espíritu universitario fuera de la universidad, con un planteamiento cultural humanista”, reforzar las cátedras y extender el programa Puntos UNAM a profesores, no sólo a alumnos, Beltrán reiteró que le importa que se ponga en primer plano y en la mesa de discusión el tema del patriarcado, “que se le cuestione y se visibilicen las nuevas formas de enunciación.
“Que también se hable de nuevas masculinidades. Esta palabra (patriarcado) que puede resultar en una primera instancia excluyente para los hombres, no lo es. Invita a pensar cómo hemos vivido hasta ahora y por qué ha habido tanta violencia de género en todo el mundo.
“Un caso paradigmático y de explosión en este momento fue el himno de Las Tesis y todo lo que ocurrió alrededor de ellas. En mi libro Radicales libres está mi posición al respecto”, concluyó la ex directora de la Casa Universitaria del Libro.