No obstante el cambio en la política laboral que ha postulado el gobierno federal, en la práctica la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y organizaciones como la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) o la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) mantienen un poder similar al que tenían en sexenios pasados, afirmó Héctor de la Cueva, coordinador del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical.
Explicó que si bien estas centrales obreras perdieron peso político tras las elecciones de 2018, retienen sus asientos como representantes ante instancias como el Consejo de Administración del Infonavit, conformado por cinco miembros del sector de trabajadores, posiciones ocupadas por los líderes de estos sindicatos, junto con representantes del sector patronal y de gobierno.
Asimismo, el Consejo Técnico del IMSS está integrado de manera tripartita, con la CTM, CROC y CROM como voceros de los obreros. Lo mismo sucede en la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos.
Consideró que con ello el gobierno legitima a dichas agrupaciones como representantes preponderantes de los trabajadores.
“El propio gobierno federal no está yendo a fondo en términos del cuestionamiento al viejo modelo laboral. No es su papel quitar y poner dirigentes como antes, porque el PRI sí lo hacía, pero tampoco es solapar y es claro que les sigue invitando a estas centrales obreras, y hay muchos organismos tripartitas que siguen conformando con una representación dudosa.”
Además, durante las recientes legitimaciones de contratos, han llegado a perder la titularidad de menos de 20 contratos colectivos de trabajo de cerca de 2 mil 600 que se han sometido a refrendo. No obstante, subrayó que “no es porque los trabajadores estén muy contentos, sino porque los sindicatos están haciendo las cosas a su modo, engañando a los trabajadores, intimidando, mientras la autoridad está permitiendo que haya votaciones con pocos trabajadores”, agregó.
De la Cueva consideró que se han intensificado amenazas a los empleados y “una simulación a todo lo que da” en busca de retener la titularidad de los contratos colectivos de trabajo.
Recalcó que la CTM, junto a centrales que conforman el Congreso del Trabajo, han perdido terreno frente a las empresas y trabajadores, así como algunos contratos que han quedado ahora en manos de agrupaciones como la Catem, encabezada por Pedro Haces. Para el especialista, esta última central implica “lo mismo que el viejo modelo sindical”, sólo que con una “nueva camiseta” de los colores del gobierno en turno.