Londres. Varios políticos británicos reclamaron este miércoles un cambio en las normas parlamentarias, después de que una legisladora fuera informada de que no podía llevar a su bebé de tres meses a la sala de la Cámara de los Comunes.
La legisladora laborista Stella Creasy dijo haber recibido una carta de las autoridades de la Cámara de los Comunes después de llevar a su hijo Pip a un debate.
En el pasado había llevado tanto a Pip como a su hija mayor al Parlamento sin problemas, pero le dijeron que las normas habían cambiado en septiembre. Ahora se indica a los parlamentarios que “no deben ocupar sus asientos en la cámara cuando estén acompañados por sus hijos”, explicó.
La norma socava los esfuerzos por hacer la política menos hostil para las familias, mencionó.
“Hay barreras para que las madres participen en la política, y creo que eso perjudica nuestro debate político”, dijo a la BBC.
El vice primer ministro conservador, Dominic Raab, dijo tener “mucha empatía” por Creasy, pero señaló que la decisión era competencia de los responsables de la cámara.
“Sí creo que debemos asegurarnos de que nuestra profesión se lleva al mundo moderno, al siglo XXI, y de que permite a los padres equilibrar los empleos que tienen con el tiempo que necesiten para la familia”.
La legisladora del Partido Verde Caroline Lucas describió como “absurdo” el veto a los niños y afirmó que los bebés eran “mucho menos molestos que muchos parlamentarios que rebuznan al fondo”.