Cuernavaca, Mor. Con el hallazgo de 10 fragmentos óseos humanos y tres cuerpos sin vida por parte de la VI Brigada Nacional de Búsqueda de Personas, quedó evidenciado que Morelos es “una fosa (clandestina), igual que todo el país”, aseguró Monserrat Castillo, de la Red de Enlaces Nacionales y la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas.
En conferencia de prensa, la activista, afirmó que esta entidad que gobierna Cuauhtémoc Blanco Bravo, no ha atendido el problema de la desaparición de personas de manera responsable desde el gabinete de seguridad y justicia estatal.
En el encuentro con los medios, ocurrido durante la ofrenda a las víctimas de la violencia, las madres que buscan sus hijos de esta entidad y de otros estados del país, exigieron a las autoridades de los tres niveles de gobierno que hagan su trabajo y dejen de “simular que trabajan sin hacer nada”.
Explicó que de los 10 hallazgos realizados en fosas clandestinas en la mina de arena de Yecapixtla, colindante con Cuautla, ocho corresponden al último lugar de trabajo en la mina de arena de Yecapixtla, colindante con Cuautla; uno aparte de ellos, corresponde a un hallazgo de restos humanos en superficie en lugar que previamente ya había sido trabajado por la Fiscalía General del Estado.
“Y otro de estos hallazgos, el décimo, el primero que realizamos en el puente de Yecapixtla, muy cercano al municipio de Cuautla”, detalló.
Monserrat Castillo añadió que por el hallazgo Yecapixtla se “perfila a convertirse en una gran fosa masiva en el estado”, por lo que ahora la FGE tendrá que profundizar y ampliar el perímetro de búsqueda de personas enterradas en esta zona que fueron inhumados aparentemente de manera clandestina.
“En total suman 10 hallazgos, de estos tres cuerpos y han sido procesados por la FGE en Yecapixtla; pero también decir que hay otras zonas de interés para la brigada, entre estas zonas, están dos lugares: una casita que está en la zona superior del punto en donde encontraron los ocho hallazgos, y otro punto en el municipio de Jojutla”, puntualizó Monserrat.
En tanto, Juan Carlos Trujillo, de la Red de Enlaces Nacionales, expuso que la Brigada —cuyos trabajos inició el 9 de octubre y concluirá el 24 de este mes—, "ha devuelto a Morelos la esperanza, esa misma esperanza que se generó en el 2011 cuando aquí en esta entidad se creó el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD)".
“Es importante mencionar que sí hay logros enormes dentro del estado de Morelos, porque se ha logrado evidenciar lo que por muchos años se ha estado ocultando: Morelos es una fosa, igual que todo el país, y desde ahí necesitamos tener la mirada”, recalcó el activista social.
En Morelos, aseveró, faltan autoridades e instituciones que puedan estar a la altura del problema de personas desaparecidas que padecen algunas familias morelenses.
“Vemos municipios solos y desolados, con poca capacidad de reacción, y eso lo que genera es una gran simulación. No va cambiar el estado ni con una, ni dos Brigadas, si es que en verdad no se le apuesta a las instituciones desde una verdadera voluntad política.
"En Morelos no se ha atendido el problema de manera responsable en materia de personas desaparecidas”, recalcó Trujillo.
Confió que después de estos hallazgos el gobierno del estado y la FGE se “replanteen” sus funciones y acompañamiento a las familias de personas desaparecidas en la entidad.
Por lo que exhortó “al gobierno del estado que verdaderamente atiendan el problema de las búsqueda y la atención de las familias, como un tema prioritario en el agenda del Estado, y que las dos comisiones —la de búsqueda y la de víctimas— verdaderamente tengan las garantías para que las familias tengan en ellas una herramienta que puedan ejecutar”.
Frente a una de las puertas del palacio estatal, Angélica Rodríguez —madre de Viridiana, quien fue desaparecida en agosto de 2012—, y Tranquilina, coincidieron que desde hace varios años personas que buscan a personas desaparecidas, ya habían pedido que la brigada llegara al estado, y denunciaron a la administración estatal no realizaba su trabajo, como ya quedó comprobado con estos hallazgos.
Mientras, Tranquilina, madre de Mireya que desapareció en septiembre del 2014, se exclamó que Morelos es un campo de “exterminio”, y demandó a las autoridades de los tres niveles de gobierno que redoblen la seguridad para todas las integrantes de la Brigada, pues hay indicios que los cuerpos enterrados de manera clandestinas podrían tratarse de inhumaciones de células criminales que operan en la entidad.
“El estado (de derecho) aquí es un sueño (…) porque sabíamos que había estos lugares de exterminio, este lugar que estamos trabajando es un lugar de exterminio porque donde metas una pala, o donde metas un pico, estamos encontrado un cuerpo”, comentó.
Finalmente, María Herrera, quien busca a cuatro hijos desaparecidos, de la Brigada Nacional, exigió al gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo “responder y dar la cara” a las madres de los morelenses desaparecidos, y reprochó que la Fiscalía General del Estado (FGE), que encabeza Uriel Carmona Gándara, no han buscado, como tampoco lo ha hecho la Comisión Estatal de búsqueda.
“Queremos que atienda este problema de lesa humanidad que se está padeciendo en Morelos”, concluyó.