El movimiento estudiantil de 1968 “no ha sido debidamente valorado, porque la tragedia ha borrado a la epopeya” y ha impedido a la sociedad mexicana ver los alcances que tuvo la gesta –más allá de la represión del 2 de octubre–, entre ellos la derogación del delito de “disolución social”.
Así lo afirmó el docente e investigador universitario Antonio Tenorio Adame, quien lamentó que actualmente el país esté bajo el control de un “ejército de ocupación”, como define a los grupos del crimen organizado.
En entrevista, el ex representante de la Escuela de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla en el movimiento estudiantil del 68 lamentó que esa lucha democratizadora haya sido reducida por muchas personas a la represión ocurrida el 2 de octubre. “El movimiento quedó circunscrito más en calificar al Estado de represor y condenarlo por ello, en vez de ver los logros, porque los estudiantes tuvieron como base principal el respeto a la Constitución y todas sus demandas particulares se cumplieron”, señaló.
En el contexto del aniversario 53 de la matanza de Tlatelolco, que se cumple hoy, subrayó que uno de los alcances del movimiento estudiantil fue la derogación de los artículos 145 y 145-bis del Código Penal Federal (que establecían el delito de “disolución social”), sin que este tipo de logros fueran saludados ni recordados.
“No hubo ninguna mención ni acto para marcar el hecho. Lo más significativo que alcanzó el movimiento fue una victoria pírrica de acusar a Luis Echeverría de genocidio; fue más un logro político que jurídico o histórico. No superamos la confrontación, quizá porque elegimos destacar el sufrimiento” por encima de otros factores, estimó.
Sobre el panorama actual del país, lamentó que, mientras en 1968 muchos estudiantes tomaron las armas por causas políticas y fueron “cruelmente liquidados”, hoy “las armas las tiene un ejército de ocupación, que es el crimen organizado. Estas bandas criminales no tienen el apoyo social que tenían esos jóvenes, pero sí las armas”.