Huayacocotla, Ver. Tras el impacto del Huracán Grace en agosto pasado en Veracruz, en sólo 40 días se concretó el censo de damnificados y se atendió a 45 mil 318 hogares, detalló este sábado el presidente Andrés Manuel López Obrador al encabezar una supervisión de acciones de apoyo para las personas afectadas en esta entidad.
Detalló que se entregó 35 mil pesos de manera directa a cada familia, con un inversión que suma los mil 586 millones de pesos. Además, se apoyó a 24 mil 137 campesinos con un total de 108 millones de pesos.
“Es satisfactorio que se esté avanzando en poco tiempo, en 40 días. Esto desde luego antes no sucedía, esto ya muestra la diferencia entre lo que significaba los gobiernos neoliberales y lo que significa el gobierno de la transformación”, indicó durante la supervisión realizada en una cancha deportiva del municipio de Huayacocotla, demarcación que colinda con el estado de Hidalgo.
Aunque no hubo acceso a la población, más de 200 personas se dieron cita a un costa de donde se realizó el acto. Frente al delegado estatal de programas federales, integrantes de la Unión Campesina Zapatista reclamaron que no se realizó un censo de manera adecuada y únicamente se contempló a los más cercanos a las autoridades, dejando fuera a varias comunidades.
Desde el momento que el mandatario ingresó, se dividieron las exclamaciones entre quienes pedían apoyo, y quienes lanzaban porras de respaldo al presidente.
“Queremos al presidente, queremos al presidente”, se escuchaba a la distancia hasta el sitio donde el Jefe del Ejecutivo federal s reunió con el gobernador Cuitláhuac García, y los titulares de la Secretaría de Marina, Defensa Nacional, Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Bienestar, Conagua y la coordinación Nacional de Protección Civil.
Los gritos de quienes pedían ingresar para exponer sus peticiones terminaron cuando el mandatario emitió un mensaje, momento en que el personal encargado de la sonorización del acto subió el volumen de las bocinas, lo que permitió que se escuchara hasta donde se encontraba los habitantes de la demarcación.
Frente a los efectos de fenómenos naturales de este tipo, agregó, “antes se entregaba de manera desordenada los apoyos, había el famoso Fonden, que era como un barril sin fondo, aprovechaban los políticos, los funcionarios, y también dirigentes de organizaciones para hacer su agosto, porque compraban a precios elevadísimos los enseres, las despensas”.
Los proveedores, dijo, “medoreaban en la Secretaría de Gobernación, hay historias de esto”.
Vendían catres, cobertores, despensas, entre otros insumos.
Ahora lo que se hace es un censo, comunidad por comunidad, pueblo por pueblo, casa por casa, para ver quienes fueron afectados y en qué se les va a ayudar.
“Nada de intermediarios, nada de mándame las láminas porque soy de la organización Emilianos zapata o soy de la antorcha mundial y necesitamos despensas para entregar a la ente. Eso ya no, porque no llegaban los apoyos”. Felicitó al personal de Bienestar que en poco tiempo levantaron el censo.
Aclaró que hay desde luego alguna inconformidad, y quienes reclaman no haber sido tomados en cuenta, por lo que llamó a atenderlos, pero insistió: “Este método (de censo) es muy apegado a la realidad y si no hubo afectaciones, si no fueron damnificados, pues no se les puede apuntar, inscribir. Tenemos que actuar con honestidad todos, nada de mentiras, nada de chanchuyos, eso también hay que hacerlo a un lado”.
Recalcó que había “la mala costumbre” de entregar a diestra y siniestra a las organizaciones y ahora ya no es de esa manera.
Luego de apuntar que para llegar a esta demarcación desde la ciudad de México lo hizo por carretera, afirmó que se atenderá el problema de los caminos en mal estado e instruyó a la secretaría de Comunicaciones y Transportes elaborar un mecanismo para bajar el presupuesto sin que éste se desvíe.
El trayecto de poco más de cuatro horas desde la capital del país presenta varios tramos donde los baches obligan a avanzar de manera lenta. “Está intransitable el camino”, señaló.
“Es un asunto que debemos resolver porque es como la atención a los damnificados. Antes del huracán ya eran damnificados del neoliberalismo, ya necesitaban apoyos, y llovió sobre mojado, entonces, doblemente damnificados. En el caso de los caminos, lo mismo, ya estaban muy mal y viene el agua y se terminan de destruir”.
Para su reparación no es sólo presupuesto, añadió. Recordó que en Oaxaca se entrega a las autoridades, pero por su “honestidad”, hasta les sobra dinero. En seguida, cuestionó si aquí también se le debe dar a los gobiernos municipales de la misma forma.
Una opción es licitar el camino a empresas “que no hacen bien la obra, que cobran muchísimo, y que corremos el riesgo que no los termine”, y por otro lado está la gente que quiere también ayudar.
“Por qué no pensamos en la creación de comités en donde participen los representantes de Comunicaciones y de Bienestar, de la Secretaría de la Defensa, Marina, un poco lo que estamos haciendo con las sucursales del Banco del Bienestar”.
De esta forma, explicó, se integra todo el gobierno y una de las dependencias maneja los fondos.
“Pero sí hay que buscar una forma, porque lo cierto es que la corrupción destruye todo; tenemos presupuesto precisamente porque no se permite la corrupción”.
Pidió al secretario de Comunicaciones ofrezca una propuesta para ello porque “el pueblo no está pensando que la responsabilidad es del gobierno federal, o del estado o del municipal. No, la responsabilidad es del gobierno y tenemos que resolver”.