Mañana en la colonia Buenavista, en el lado oriente de la Biblioteca Vasconcelos, habrá abrazos adelantados con motivo de un aniversario más del mercado roquero que escogió el cuatro de octubre como fecha celebratoria. Por motivos ya conocidos no habrá pachanga. Sin embargo, la fecha incita recuerdos; así que al hurgar en la historia del Tianguis del Chopo –el callejero, el no institucional– encontramos suceso de todos colores y sabores. Anécdotas que fácil llenan un voluminoso libro. Por ahora, rescatamos las siguientes:
De compras sin prejuicios
El último sábado de marzo de 2010 cinco jóvenes mujeres deambularon desnudas entre locatarios, clientes y visitantes del mercado roquero. El colectivo Madre Araña escenificó la pieza Cotidianidad instalación itinerante donde las chavas despojadas de ropa –y de prejuicios– actuaron como cualquier asistente al tianguis. Las reacciones fueron diversas, pero prevaleció el desconcierto de quien de repente descubría a una mujer desnuda a su lado: inmediatamente retrocedía entre sorprendido y asustado; otros no daban crédito a lo que miraban y en rápido recorrido visual comprendían estar ante un hecho real: junto a ellos estaba una chava desnuda viendo, como si nada, la mercancía chopera. Este performance lo montó el Colectivo Madre Araña para mostrar que al tianguis se puede ir vestido de emo, dark, punk o como Dios nos trajo al mundo y esa vez nadie la hizo de tos.
Adiós punk
En otro marzo de 2012, en el acceso sur al tianguis, en el muro de la Biblioteca Vasconcelos apareció pegado un cartel; era un mensaje, una epístola de un adiós punk; el encabezado era directo: “Fabiola la puta” y en el cuerpo de la carta se leía lo siguiente: “El tiempo se acabó, te fuiste sin despedirte, sin un adiós, como tú lo soñaste, te encontraste con la muerte que siempre te acompañó, en cada paso, en cada jeringa, en ese humo que te mató. No entendimos tu sentido, aunque sí sé lo que te faltó, al igual a que nosotros, fue amor, fue ternura que tú matizaste con violencia y odio desangrándolo en tu camino. Ahora que no estás aquí con nosotros los totalmente rechazados, la vida se convierte en algo impreciso y continúa persiguiendo al que seguirá de ti, mi querida hermana punk, que descanses de este infierno donde estés ahora. Jamás te olvidaremos. Punks TR Rotos.”
Aniversario 25 del tianguis
Aquel cumpleaños se festejó con un ciclo de actividades en el mero Zócalo –un recuerdo para Alejandro Sánchez Mejorada, artífice de aquella celebración– el cierre fue el 22 de enero de 2006. Pero antes, hubo un concierto dentro de ese ciclo que es de recordarse: Cuando iba a tocar Naftalina se soltó una lluvia pertinaz que terminó en fuerte aguacero con granizo incluido. Los naftos no se rajaron y siguieron rocanroleando a pesar de que la plancha capitalina quedó casi vacía (sólo permanecieron bajo el aguacero tres jóvenes fieles a la causa). Federico Arana y secuaces dejaron de tocar hasta que les quitaron el audio –para entonces, ya era una tormenta. Por tal motivo, se suspendió la tocada y poco a poco abandonamos el Zócalo para refugiarnos en el Salón Corona. Carpe diem