Ciudad de México. El glamur y la suntuosidad se hizo presente en la colonia Tabacalera. La alfombra roja que se colocó fue extendida a lo largo de la explanada hasta llegar a los pasillos del edificio sede de gobierno en Cuauhtémoc, la cual nada más sirvió para recibir a Sandra Cuevas como nueva alcaldesa.
Detrás del cerco rojo de vallas metálicas y con un fuerte dispositivo de seguridad, quedaron fuera quienes con su voto hicieron que ganara la elección: los líderes de comerciantes ambulantes y sus agremiados.
Todo estaba planeado para que la llegada de la nueva funcionaria se convirtiera en todo un espectáculo, muy alejado de lo que significa el servicio público, indicaron algunos testigos, sobre todo en una zona en la que según los registros oficiales está caracterizada por altos niveles de inseguridad, pobreza y marginación.
Sobre la calle Violeta, en contraesquina de donde se ejerce la prostitución, se instalaron un par de carpas donde celebraron los invitados especiales.
Entre los asistentes estaban Jesús Zambrano, líder nacional del PRD; Mariana Gómez del Campo y Xóchitl Gálvez, del PAN, integrantes del PRI, empresarios y gente del espectáculo como Carmen Salinas y Paquita la del Barrio.
El lugar fue acondicionado como un antro noventero, con luces neón, periqueras, salas lounge y pantallas, lo que contrastaba con la romería que se organizó en la explanada de la alcaldía, donde cientos de ambulantes acudieron al llamado de sus líderes para recodar a Cuevas por quiénes ganó.
El mensaje de medios que se preparó estuvo acompañado por el cierre de vialidades y la afectación de la ruta del Metrobús.
El escenario que se dispuso para el discurso que dio la nueva política contrastó con su experiencia de vida que presentó: una infancia con limitaciones económicas.
El acto incluyó fuegos artificiales para presentar a la alcaldesa, minutos antes caminó por la alfombra roja y durante su trayecto recibía las felicitaciones de sus invitados.
En un día en el que los alcaldes mencionaron la falta de recursos para atender las necesidades y servicios básicos en sus demarcaciones, la nueva administración de Cuauhtémoc optó por ejercer un enorme gasto para celebrar el comienzo de su gobierno. Al final del espectáculo se liberaron mariposas amarillas.