El indígena wixárika Luis Muñoz Hernández, ex integrante de los servidores de la nación en Nayarit, denunció que fue despedido injustificadamente hace dos años, como represalia por exigir que los programas sociales llegaran a las zonas más apartadas de esa entidad.
En entrevista con La Jornada, Muñoz lamentó que las regiones indígenas de Nayarit no reciben los esquemas de ayuda para los sectores precarios, lo que orilla a muchos jóvenes a realizar actividades ilícitas para obtener dinero.
Según el denunciante, el 1º de noviembre de 2019 ingresó a los servidores de la nación en su estado natal para llevar los esquemas de ayuda a los grupos más vulnerables en los municipios de El Nayar y La Yesca, pero sólo un mes más tarde fue despedido sin justificación por un funcionario al que identifica como Juan Marcial.
“Él me quitó mi celular y lo rompió. Ahí tenía anotados a más de 800 indígenas pobres que teníamos que apoyar. Los convencimos de que apoyáramos al Presidente, porque cuando él llegara, iba a haber un cambio y facilidades de apoyo, cosa que no está sucediendo por culpa de estas personas”, dijo. Muñoz explicó que una de sus principales inconformidades con la manera en que se administran los programas sociales en Nayarit es que los encargados de los servidores de la nación registraron como beneficiarios a personas que no necesitaban dichos esquemas.
“Allá no han ingresado los programas sociales porque se politizaron y se los quedaron mestizos que tienen ganado, tiendas, a los que no les falta nada y que nunca apoyaron a Andrés Manuel López Obrador. Nunca subieron los apoyos a donde yo quiero ir a trabajar, que es en la sierra”, afirmó.
Muñoz dice que los programas sociales de la Secretaría del Bienestar en Nayarit no han llegado a los grupos con mayores índices de pobreza y “son un cochinero”, y exige que se haga una investigación para saber de qué forma se han utilizado dichos recursos.
Además de su reincorporación a los servidores de la nación, pide reunirse con el Presidente “nada más 10 minutos para agradecerle y decirle que lo apoyamos, pero que ya van tres años y allá no hemos recibido nada”.