Argel. Abdelaziz Buteflika, el presidente más longevo de Argelia y veterano de la lucha por la independencia de su país, murió este viernes a los 84 años de edad, más de dos años después de que un alzamiento popular lo obligara a renunciar al poder.
El ex dirigente dejó el gobierno en abril de 2019 bajo presión de los militares después de semanas de protestas contra sus planes de aspirar a un quinto período al frente del país.
Desde su salida del poder después de 20 años, Buteflika permaneció recluido bajo cuidados médicos en su residencia de Zeralda, al oeste de Argel.
Por la noche la presidencia se limitó a dar a conocer un escueto comunicado que anunció la muerte del ex presidente Buteflika, "en su lugar de residencia a las 22:00" hora local.
Y las autoridades tardaron horas en reaccionar al decretar que las banderas ondeen a media asta "durante tres días" a partir del sábado. Una decisión tomada por el presidente Abdelmadjid Tebboune.
No se ha anunciado oficialmente la fecha y lugar del funeral.
Los medios de comunicación dijeron que el ex presidente será enterrado el domingo en la parcela de los mártires del cementerio de El Alia, en el este de Argel, al igual que todos sus predecesores, junto a las grandes figuras y mártires de la guerra de la independencia (1954-1962).
Otros, citando fuentes cercanas a la familia, sostienen que será enterrado en la intimidad en un cementerio de Ben Aknoun, en la capital, donde descansan los restos de su madre y de dos de sus hermanos.
Según varios testigos, hay preparativos en curso en los alrededores del Palacio del Pueblo, un edificio del centro de Argel, para acoger los restos mortales del expresidente antes de un entierro con todos los honores.
Omnipresente en la vida política de Argelia durante décadas, el ex gobernante se volvió casi invisible desde que sufrió un accidente vascular cerebral en 2013, por el cual pasó tres meses en recuperación.
Buteflika no había dado señales de vida desde que el movimiento de protestas del "Hirak" y las fuerzas armadas lo obligaron a renunciar.
En esa ocasión apareció por última vez en la televisión para anunciar que tiraba la toalla.
Nacido el 2 de marzo de 1937, el que fuera conocido como "Butef" ayudó a llevar la paz a Argelia tras más de diez años de guerra civil en la década de 1990, que dejó al menos 200 mil muertos según cifras oficiales.
Sin embargo, enfrentó críticas de grupos de derechos humanos y opositores que lo acusaron de autoritarismo y represión.
Sobrevivió a la Primavera Árabe que depuso a varios gobiernos del norte de África en 2011, pero otro movimiento popular puso fin a su mando años más tarde.
Obsesionado con el poder
Pese a su papel preponderante en la vida de Argelia, la televisión oficial se limitó a anunciar la muerte del exgobernante sin interrumpir su programación regular para hacer emisiones especiales.
Pero las redes sociales se llenaron de comentarios sobre la desaparición del hombre que gobernó Argelia de 1999 a 2019.
"Abdelaziz Buteflika murió dejando tras de sí un país destruido", escribió la internauta Sabrina Debabcha en su página de Facebook.
"La última muerte de un presidente. Buteflika sobrevivió a todos los rumores. Esta vez el rumor murió. Y él con él", afirmó en la misma red el periodista Karim Alem.
Después de su accidente vascular cerebral, que lo dejó afásico y lo obligó a usar silla de ruedas, Buteflika se volvió el centro constante de rumores sobre su muerte, y comenzó a aparecer en público en contadas ocasiones para desmentir las versiones.
"Toda su vida, Abdelaziz Buteflika estuvo motivado por dos obsesiones: conquistar el poder y conservarlo a cualquier precio", declaró el periodista Farid Alilat, autor del libro Buteflika, la historia secreta.
"Él quería ganar un quinto mandato a pesar del hecho de que estaba enfermo e impotente", agregó.
Electo por primera vez en 1999, fue reelecto en 2004, 2009 y 2014, siempre con más de 80 por ciento de los votos.
Pero su intento de ganar una quinta elección con su salud quebrantada colmó la paciencia de los argelinos, que salieron masivamente a protestar contra sus planes de ser reelegido hasta forzar su renuncia.