Ciudad de México. En una década, la mayor frecuencia en la escasez de lluvias en el país ha provocado afectaciones a las cosechas de maíz y frijol, lo cual a su vez ha repercutido en el precio de ambos productos agrícolas que son parte de la canasta básica de los mexicanos, de acuerdo con datos oficiales.
“Una escasa precipitación podría ocasionar una menor producción de maíz blanco y frijol, causando un incremento en los precios en el mercado nacional”, dijo el Banco de México (BdeM) al advertir sobre las consecuencias de una frecuencia mayor de eventos climatológicos de este tipo en el territorio, sobre todo en las regiones agrícolas.
“El precio del maíz blanco o del frijol en la Ciudad de México aumentaría si Jalisco, Sinaloa o Zacatecas experimentan niveles de precipitación por debajo de lo esperado durante la temporada de lluvias o si las presas agrícolas no cuentan con suficiente agua para riego”, dijo.
Como parte de su Reporte sobre las economías regionales, correspondiente al segundo trimestre del año, el banco central realizó un análisis para cuantificar la relación entre la sequía en estados productores con el nivel de precios de los dos productos.
En el periodo estudiado, que va desde 2011 hasta 2020, consideró que “la tendencia al alza en la frecuencia de episodios de escasez de precipitación que se observa en la muestra podría estar asociada al fenómeno del calentamiento global”.
Al comparar lo ocurrido en 2011 con 2020, comentó que en el último año se presentaron episodios de escasa precipitación, lo cual provocó un incremento en los costos del maíz blanco y del frijol de 8.5 y 2.5 por ciento, respectivamente.
Subrayó que la sequía en las principales regiones proveedoras de ambos productos está relacionada con la carestía.
Agregó que los efectos estimados para 2020 son mayores que en 2011 a pesar de que en este último año tuvo lugar la sequía más severa que México ha experimentado en siete décadas.
Puntualizó que si bien el precio de los granos está influido por la referencia internacional, el volumen importado del producto en el mercado doméstico y por las decisiones de producción, el hecho de que la mayor parte de la producción de maíz blanco y frijol se destine a consumo interno hace que sus precios domésticos sean sensibles en forma temporal a choques de sequía en el país.
Destacó que desde 2001 se observa un incremento en el número de episodios en que las lluvias son escasas, tendencia que se ha acentuado desde 2011 a la fecha.
Este patrón de aumentos en periodos de escasa precipitación podría sugerir mayores presiones al alza en el precio de estos productos agrícolas en el futuro cercano, insistió.