Hace casi diez años Armando Espitia, un joven actor originario de Iztapalapa, protagonizaba su primer largometraje. La cinta era Heli, que más tarde se estrenaría como parte de la selección oficial del Festival de Cine de Cannes. Aquella película fue bien recibida; permitiendo a su realizador, Amat Escalante, llevarse ese año el reconocimiento como mejor director. En cuanto al intérprete, tras el exitoso estreno, quedaba ahora por reafirmar su vocación y su lugar en la industria.
“A partir de ahí la batalla fue demostrarle a la gente que sí era actor, porque parecía que era un histrión natural, porque estaba inmerso entre actores naturales. Y esa fue una batalla que me costó un par de años. Que la gente me viera todos los días, todas las semanas, en salas de casting, audicionando; que las personas entendieran que yo era Heli y que además era actor”, contó Espitia en entrevista.
Estereotipos de belleza
Antes de Heli, Armando ya estudiaba la carrera de actuación, con una experiencia hasta entonces limitada al teatro independiente y a los comerciales. Consciente de que su físico no encajaba en los estereotipos de belleza tradicionalmente representados en los medios audiovisuales, Espitia reconoció haberse sentido perdido. “Ya no sabía qué representaba: si podía hacer a un mexicano con sus rasgos, porque a veces quieren exagerar lo que significan éstos; y por supuesto que de blanco no me daban personajes nunca, y tampoco de guapo”, detalló.
Sin embargo, el actor no tardó en darse cuenta de que su aspecto no había sido un impedimento para dar su primer paso. “Mi camino ha sido alejarme de la idea de querer cumplir con proyecciones que quieren construir en la industria y que no me interesan. Y justo lo que me ha dado de vuelta esta decisión es que me han llegado personajes interesantes”, señaló Armando.
Ese no buscar pertenecer por medio del físico lo ha llevado también a encarnar “personajes que son una cosa pero también otra al mismo tiempo, y que no los entiendes. Y al final me hacen sentir que estoy representando a gente común y corriente, a seres humanos de verdad”, dijo el actor.
Docente en escuela comunitaria
A raíz de la contingencia sanitaria, Armando Espitia también ha tenido la oportunidad de incursionar como docente en la escuela comunitaria de cine instalada en la alcaldía de la que es oriundo. Gracias a su contacto con amas de casa, madres y padres de familia, niños y actores de Iztapalapa, el intérprete ha encontrado en sus alumnos un espejo de sí mismo, por lo que considera es importante “enseñarles que hay un carnal, que estoy yo, y que la armé sin tener nada, en un trabajo que parece totalmente lejano e inalcanzable”.
El tipo de cine que Espitia ha hecho hasta ahora también proviene de las narrativas que siendo más joven vio en películas de cineastas como Carlos Reygadas y Julián Hernández. “Compraba películas piratas cuando era adolescente, y había un apartado en una esquinita donde vendían películas de arte. Entonces, como a mí me empezaban a aburrir las otras películas, comenzaba a ver hacia allá, sólo por ver lo diferente, sólo por ver lo otro. Y así conocí otras maneras de hacer cine”, describió el actor.
A Armando también lo entusiasmó ver que una de esas películas había sido grabada cerca de su casa en Iztapalapa. “Me abrieron el mundo sobre lo que se podía hacer y cómo se hace el cine en México”, reconoció el actor, “me enseñaron que hay otra posibilidad, y yo voy por la vida haciendo eso”.
Uno de los trabajos más recientes de Espitia se pudo ver en Te llevo conmigo, de la directora estadunidense Heidi Ewing. La cinta narra la historia de una pareja homosexual que, a falta de oportunidades, decide emigrar a Estados Unidos. Para el actor, “esta película me enuncia en muchos sentidos con muchos de los temas que toca”.
Por la manera en que Ewing trabaja, y al estar inspirada en la historia de unos amigos de la realizadora, Armando cree “que lo que hace la diferencia es que ha sido muy humilde. Ha entendido que ella no tiene todas las claves ni todo el conocimiento sobre esto. Lo primero que me dijo es: ‘tú sabes más que yo sobre el personaje, tú vas a llegar a conocer más que yo sobre el personaje, entonces ayúdame’”, contó el actor.
Próximamente se podrá ver a Espitia en la cinta del guatemalteco César Díaz, Nuestras madres. También protagoniza y produce la película 90 días para el 2 de julio, que se estrenará en el Festival Internacional de Cine de Morelia de este año.