Al menos tres grupos disidentes al Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM), que encabeza Víctor Flores desde 1995, buscan la renovación anticipada de la dirigencia del gremio, para lo cual han presentado denuncias legales contra el dirigente y solicitado procesos para pedir la anulación de la toma de nota vigente, entre otras peticiones.
Aunque las tres agrupaciones mantienen diferencias, al menos dos de ellas manifestaron la intención de sumar esfuerzos para concretar la renovación.
Por separado, Benito Bueno, líder del Sindicato de la Industria Nacional de Trabajadores Ferrocarrileros y Asociados de México, y Eduardo Canales, dirigente del Frente Ferrocarrilero de Reconstrucción Sindical (Ferro), coincidieron en que hay elementos suficientes para obligar a un cambio en la secretaría general antes de noviembre de 2024, cuando concluye el periodo para el que fue relecto Flores.
De manera paralela, Pedro Montoro, representante de la Fraternidad de Ferrocarrileros Jubilados, también mantiene procesos legales en contra del actual líder del STFRM.
Las denuncias son por irregularidades en los procesos sindicales, bonos no pagados a los integrantes por mil 500 millones de pesos, y modificación irregular de los estatutos del gremio para restringir la participación de quienes busquen contender por el liderazgo.
Entrevistado respecto a la ruta legal que mantiene el movimiento que encabeza, Benito Bueno explicó que esta semana concluye un proceso de presentación de alegatos, como parte de denuncias penales contra Flores, las cuales confió que concluyan en breve, en las que pide se anule la toma de nota de 2018.
Bueno no ocultó sus reservas al movimiento que encabeza Canales por ser éste también parte de la dirigencia del gremio de Flores, como secretario nacional representante de Talleres, pero exhortó a los ferrocarrileros “a que nos congreguemos en una sola corriente y que el gobierno nos escuche”.
En tanto, Canales reconoció que, de generarse el proceso para una elección anticipada, tiene interés en encabezar una planilla, pero, agregó, “la visión general es democratizar el sindicato; también tengo interés en que sea la mayoría la que decida; es decir, no llevar una obsesión”.
De acuerdo con la reforma laboral, los contratos colectivos que tiene celebrados el sindicato con unas 50 empresas ferrocarrileras deberán ser legitimados por los empleados mediante voto personal, libre, directo y secreto antes de mayo de 2023. Esta etapa puede ser uno de los momentos que obliguen a un cambio de representante general, explicó Canales.
