En la consulta realizada el domingo por los pueblos mayas de San Fernando, Kinchil y Celestún, acompañados de observadores de derechos humanos, para definir si se aceptan las megagranjas de cerdos, los participantes dieron el “sí” a una de las tres plantas, mientras que las otras dos fueron rechazadas, informó el Equipo Indignación.
En un comunicado explicó que el ejercicio de decisión del pueblo maya “se llevó a cabo a pesar de la presencia de la empresa que en público obstaculizó y deslegitimó la consulta, pero a la vez operó de diferentes maneras a través de las amenazas, la confrontación e incluso la coacción monetaria”.
Los resultados de la consulta fueron, en Celestún, mil 101 votos contra que sigan las granjas porcícolas y siete por el sí. En esta zona, destacó la organización, no hubo presencia de la empresa.
En tanto, en San Fernando, donde la Agroindustria Moba busca instalar una granja de 49 mil cerdos, hubo 59 personas que dijeron no a que siga la operación de la granja, mientras 58 votaron por el “sí”. En tanto en Kinchil, en un clima también de cercamiento, 576 dieron sí y 423 no, indicó la agrupación.
Agregó que este ejercicio dejó un precedente, “nunca más sin su permiso, con lo cual abren camino para gobernar sobre su territorio y decidir como pueblo, pero sobre todo para que sepan las empresas y el Estado que antes de implementar cualquier proyecto tienen que contar con el permiso del pueblo maya”.