La Habana. El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, hizo ayer un llamado a la paz, al trabajo y a la unidad del país, al conmemorar el asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba, encabezado en 1953 por Fidel Castro, lo que dio inicio a la revolución contra el régimen de Fulgencio Batista. El mandatario recordó la fecha realizando labores voluntarias con jóvenes simpatizantes, 15 días después de las protestas contra el gobierno de la isla.
“¡Felicidades, cubanos todos! Gracias, amigos queridos del mundo. Ya es 26. Reitero mi llamado a la paz, al trabajo, a la unidad y a juntos avanzar”, publicó Díaz-Canel en Twitter.
En los barrios de La Habana, se realizaron pequeñas ceremonias con asistencia limitada por la creciente ola de casos de Covid-19, que ayer sumó 8 mil 184 nuevos casos y 66 fallecimientos en 24 horas, una de las cifras más altas desde que se presentó el primer contagio en la isla de 11.2 millones de habitantes.
En medio de una mayor vigilancia en algunas zonas de la ciudad, no se observó presencia de manifestantes, que hicieron convocatorias aisladas para salir a la calle, dos semanas después de protestas que dejaron un muerto y decenas de heridos y detenidos.
Junto con otros funcionarios, Díaz-Canel, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), realizó trabajo agrícola con unos 100 jóvenes en Fontanar, un barrio de las afueras de La Habana.
Los jóvenes “desean mejorar sus condiciones de vida y no encuentran una salida inmediata a sus expectativas”, escribió el general en retiro Fabián Escalante en un artículo publicado ayer en Cubadebate.
“Existe un sector poblacional joven, despolitizado, (por nuestro ineficiente trabajo político y patriótico) que no comprende la necesidad de la resistencia a las políticas imperiales”, añadió Escalante, quien fue jefe de la inteligencia cubana durante los duros años de la guerra fría.
Admitió que “la explosión social ocurrida” en el país “nos sorprendió a todos y no por falta de evidencias e indicios”.
En su reflexión, Escalante admite que los dirigentes del gobierno “también tenemos responsabilidades por los errores cometidos, que exigen un análisis autocrítico, no sólo referencias marginales.
“La pasividad nos hace cómplices de los errores y tendencias negativas”, aseguró el general, que llamó a combatir “la corrupción, la burocracia, la desidia”, así como “la desconfianza, la falta o ausencia de control administrativo y político” y “las orientaciones ‘huecas, formales’”.
Desde el exterior continuó la embestida contra el gobierno cubano. Una veintena de países, entre ellos varios latinoamericanos, se unieron al gobierno de Estados Unidos para instar a Cuba a respetar los derechos civiles y liberar a los detenidos durante las movilizaciones del 11 de julio.
Brasil, Colombia y Ecuador fueron algunos de los 20 estados que se unieron al secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, en un llamado al gobierno cubano para que“respete los derechos y libertades legalmente garantizados del pueblo cubano y libere a los detenidos por ejercer su derecho a las protestas pacíficas”.
“Instamos al gobierno cubano a que preste atención a las voces y a las demandas del pueblo”, dice la declaración conjunta, que también pide el fin de las restricciones al Internet.
“La comunidad internacional no vacilará en su apoyo al pueblo cubano y a todos aquellos que defienden las libertades básicas que toda persona merece”.
Otras naciones latinoamericanas que firmaron la declaración fueron Guatemala y Honduras, ambas estrechamente alineadas con la política exterior estadunidense.
Corea del Sur, aliada tradicional de Estados Unidos, fue la única nación asiática que se sumó, mientras desde Europa apoyaron Austria, Polonia y Grecia.
La declaración no está firmada por aliados cercanos de Estados Unidos, como Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Japón y España.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, comentó en un tuit que el llamado de Blinken se basa en el apoyo “de un puñado de países que han sido presionados para acatar sus dictados”, y resaltó que Cuba cuenta con el respaldo de 184 naciones que piden a Estados Unidos eliminar el bloqueo, y emplazó a Washington a presentar pruebas que demuestren sus “calumniosas acusaciones” sobre represión en las protestas.
Rodríguez denunció un ataque con tres cocteles molotov a su embajada en Francia, lo que provocó un incendio que fue sofocado por los propios diplomáticos, y responsabilizó al gobierno de Estados Unidos por este hecho, al tiempo que rechazó que existan estallidos sociales en Cuba como se menciona en redes sociales.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, envió un mensaje de respaldo a Cuba por los 68 años del asalto al cuartel Moncada.
En contraste, cientos de personas se congregaron en Washington para exigir “libertad para Cuba” y una intervención de Estados Unidos.