Tras un año de inactividad laboral, adultos mayores que regresaron como empacadores voluntarios a supermercados como Chedraui y Soriana encontraron condiciones adversas, ya que, además de la emergencia sanitaria, los ingresos que perciben por propinas son menores, debido a la baja afluencia de clientes, muchos de los cuales se han decantado por el uso de aplicaciones para comprar la despensa con entrega a domicilio.
Se trata de muchos de los ancianos que desde el 25 de mayo pasado pudieron reintegrarse como empacadores voluntarios en las tiendas antes mencionadas, toda vez que, junto con Comercial City Fresko, decidieron mantener vigente su convenio con el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), en comparación con Walmart que en primera instancia canceló el acuerdo y, tras meses de protestas de los adultos mayores, cedió el 30 de junio a reintegrarlos.
Isabel Soto, de 65 años y empacadora en una de las tiendas Chedraui del sur de la Ciudad de México, se expresó contenta porque después de 14 meses regresó a trabajar. “Es bueno por salud mental; me ponía a leer o a tejer, pero no es lo mismo; estar encerrada durante tanto tiempo es como morirme”.
No obstante, comentó, el número de clientes que acude por su despensa a los supermercados ha disminuido, debido a que ahora muchos “utilizan las aplicaciones como Cornershop, Rappi, así como el servicio que ofrece la propia tienda para hacer las compras por los clientes”, sin necesidad de salir de casa.
“Ellos (los de las aplicaciones) empacan los productos y obviamente no recibimos propina. Además, los clientes antes nos daban entre cinco y 20 pesos, en el mejor de los casos, pero ahora nos dan de uno a tres pesos, en ocasiones 50 centavos, pero es entendible y tenemos que apoyarnos porque seguramente también pasan por alguna situación difícil”, manifestó.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta Online, la pandemia de Covid-19 cambió los hábitos de los consumidores mexicanos, ya que el comercio mediante plataformas digitales se disparó 81 por ciento en 2020 respecto a 2019. Tan sólo el año pasado, el gasto de los mexicanos en compras por Internet ascendió a 316 mil millones de pesos.
El supermercado en línea fue la categoría que ganó terreno en el comercio electrónico en 2020, ya que 40 por ciento de los usuarios lo prefieren la mayoría de las veces.
Leonardo Abarca, otro empacador, explicó que su regreso no fue inmediato, pues tuvo que cumplir con el esquema de vacunación contra el Covid-19, y dos semanas después realizarse un examen médico para entregar el certificado de salud en la tienda, además de contar con la credencial del Inapam y presentar una carta responsiva firmada por alguno de sus familiares. Otro de los requisitos es ser jubilado o pensionado, lo que les garantiza contar con seguro médico, toda vez que las empresas de las tiendas no se los brindan.
En medio del ajetreo de acomodar la mercancía de los clientes, Isabel cuenta que para su cuidado es obligatorio portar el cubrebocas, gafas o careta “que no nos debemos quitar” durante las cinco horas que labora. Además, debe utilizar gel antibacterial y sanitizar el área de caja cada que pasa un cliente.
Ambos coinciden en que la pandemia “tomó a todos por sorpresa, nadie lo esperaba. Algunas personas quedaron desempleadas, o les bajaron el sueldo y tenemos que volver a adaptarnos”.
Nos las vimos duras, dice Isabel, pero ahora “voy a ir ahorrando para enfrentar este tipo de emergencias; me endeudé, como mucha gente, pero poco a poco iremos saliendo adelante”, indicó.