Esta semana debe realizarse la segunda emisión del “Quién es quién en las mentiras” periodísticas. El tema sigue generando polémica y es de suponerse que este miércoles se haya afinado el ejercicio que en su primera entrega resultó sumamente descuidado.
Resulta importante precisar los términos del litigio mencionado. En contra de tal sección de la matutina conferencia presidencial de prensa se ha dicho que es un despropósito pretender el enjuiciamento de lo periodístico desde la cúspide del poder público nacional.
Esa visión formalista es equivocada, a juicio de esta columna, como la que expresan quienes defienden la “democracia” mexicana tal cual si fuera una realidad procesalmente inmaculada y no el conjunto de trampas, violencia e intereses que pelean por obtener cargos al costo que sea.
El punto clave reside en entender que lo que está en pugna no es el “poder” político contra la “libertad” periodística, sino la reacción ante la pelea de un periodismo amafiado con los poderes del pasado y que ahora es utilizado como instrumento de golpeteo y difamación contra un proceso político de centroizquierda que ha cometido y seguirá cometiendo errores, pero que es impugnado por periodistas y medios convencionales no por sus resultados en sí, sino por una revancha que busca frenar los cambios que se hubieran logrado en ese proceso llamado Cuarta Transformación.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha abierto la puerta para aprobar a poderosos y depredadores consorcios inmobiliarios de San Luis Potosí apropiarse de mil 800 hectáreas de la sierra de San Miguelito para desarrollo urbano.
Comuneros que se han opuesto a ese proyecto de cesión tendrán asamblea el próximo lunes 12 para determinar las acciones a seguir. Igualmente, ambientalistas y activistas impugnan la sospechosa determinación de la oficina a cargo de María Luisa Albores, que ha desincorporado de un proceso de consulta mil 805 hectáreas correspondientes a la zona de preservación de la cuenca hidrológica y el área natural de protección al paisaje y de recarga, según denuncia la cuenta Todos somos la sierra de San Miguelito.
El historiador potosino Óscar G. Chávez así describió lo que está sucediendo en San Luis Potosí: “Los llamados acertadamente, por el activista y combativo historiador Juan Carlos Ruiz Guadalajara, ‘barones del concreto’, han comenzado a corromper a las instancias federales de la denominada Cuarta Transformación para lograr dar satisfactorio fin a sus desmedidas ambiciones. Esto se convierte en novedad, en la medida que las locales ya estaban compradas y postradas ante ellos desde hace bastantes años.
“Los dichos del presidente López Obrador, que públicamente garantizaban la inafectabilidad de la sierra, al parecer quedaron en eso, mera retórica engolada. La Semarnat federal ha pactado con, o sucumbido ante, los fraccionadores, a los que se les han entregado mil 800 hectáreas, entre las que se incluye la Cañada del Lobo. Gran corolario del aspiracionismo local contar con un Valle de Bravo Guachichil (diario Pulso: https://bit.ly/3yoH9TM).
Al respecto, la secretaría a cargo de Albores emitió un comunicado de presuntas buenas intenciones con este título y subtítulo: “Continúa consulta pública del proyecto de ANP (área natural protegida) sierra de San Miguelito: Semarnat. En todo el proceso prevalece el diálogo como principio fundamental de la política pública medioambiental del gobierno de México. El gobierno de la Cuarta Transformación trabaja para el pueblo, con el pueblo y desde el territorio” (bit.ly/3dGH5qA).
Y, mientras el gobernador electo de Nuevo León, Samuel García, se alista para su encuentro con el presidente López Obrador este miércoles a las 10 de la mañana, luego de la fallida pelea entablada desde Palacio Nacional contra el ligero personaje que relevará a otro de la misma catadura, Jaime Rodríguez Calderón, el presunto Bronco que terminó políticamente convertido en caballito de carrusel de feria, ¡hasta mañana!
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