Ciudad de México. La economía de Estados Unidos ha recuperado dos tercios de los empleos que perdió durante la pandemia, con un déficit de 6.8 millones de empleos, lo que ha beneficiado a México, pues los connacionales que radican en ese país han accedido a mejores oportunidades de trabajo y a mejoras salariales.
Según el reporte de nóminas no agrícolas de Estados Unidos, el mercado laboral local agregó 850 mil empleos en junio, el mayor crecimiento laboral en 10 meses y se ubicó muy por encima de las previsiones del mercado, que eran de 700 mil.
Los salarios más altos y la mejora de la situación de salud, de acuerdo con el informe, atrajeron a más trabajadores a aceptar ofertas de empleo en sectores claves: educación pública y privada, servicios profesionales y comerciales, y comercio al por menor.
Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, explicó que la economía estadunidense enfrenta una rigidez del factor laboral, lo cual se ha reflejado en aumento de sueldos incluyendo compensaciones extras.
“Afortunadamente nuestros paisanos que salieron de México en busca de mejores oportunidades de empleo, ahora las están teniendo en abundancia y bien pagadas. Esto a su vez se va a reflejar en un aumento de los envíos de dinero que hacen a sus familiares en el país. El crecimiento del empleo en Estados Unidos es positivo para México porque ello indica que nuestro paisanos inmigrantes, no sólo tienen más oportunidades de empleo sino también mejores salarios”, precisó Coutiño.
Empleo para inmigrantes
La dirección de estudios económicos de Citibanamex estima que el flujo de remesas en México acumulará un crecimiento nominal de 16 por ciento, ubicándose en 47 mil 200 millones de dólares, al cierre de 2021.
“Si bien en pesos reales las remesas tendrían un crecimiento más modesto, de 3 por ciento, por el efecto de la inflación y la apreciación del tipo de cambio, consideramos que continuarán siendo un soporte para los ingresos de las familias”, precisó la entidad financiera.
Juan José Li Ng, economista senior en México de BBVA, explicó que la relativa escasez de trabajadores en diversos sectores económicos en Estados Unidos que se observa a lo largo de 2021 puede propiciar un ambiente más amigable hacia la mano de obra migrante tanto documentada como no documentada.
“Es posible que, ante esta escasez de mano de obra, las autoridades migratorias sean más laxas en la detención de la población migrante y permitan un mayor flujo hacia ese país. De igual forma, los empleadores se ven en la necesidad de cubrir estos puestos de trabajo, y ante la falta de mano de obra nativa, recurren a la de la población migrante, posiblemente, tanto documentada como no documentada”, precisó el especialista en temas de migración y remesas de BBVA.
Si el empleo en Estados Unidos sigue creciendo paulatinamente, “el efecto directo sobre la economía mexicana está en el mayor flujo de remesas, lo cual es un factor de impulso para el consumo, sobre todo de las familias de ingreso bajo que tienen una alta propensión a consumir, dedican una mayor parte del ingreso al consumo, prevé Coutiño.